Hola, creo que resiento un poco a mi madre por que siempre he notado que prefiere a mis hermanas, a

13 respuestas
Hola, creo que resiento un poco a mi madre por que siempre he notado que prefiere a mis hermanas, a mi siempre me pide que las apoye economicamente y soy mala y egoista si no quiero hacerlo. Cuando les doy dinero y comento algo me dice que si no queria no debi haberlo hecho, pero mi madre es la que aveces pide que apoye y ellas nunca pagan. Aveces parece que dan por hecho que las cosas son asi que las cosas en la casa ya estaban, que la comida ya estaba hecha, pasan temporadas sin trabajar y solo se preocupan por ellas mismas. Hacen lo que quieren, salen a comer, invitan a personas yo siempre estoy trabajando y ahorrando. Me quiero salir pero siento que ya estoy condicionada a vivir asi. Ni siquiera soy la mayor, soy la enmedio. Como puedo cambiar mi manera de ser sin resultar en peleas?
 Laura Díaz Ramirez
Psicólogo, Sexólogo
Alhendín
Entiendo que te sientas atrapada en esta dinámica; es una situación que puede generar mucha frustración y agotamiento emocional. Piensa en cuánto estás dispuesta a dar y en qué circunstancias. Ayudar a tu familia no debe ser una obligación que te perjudique emocional o económicamente.
Reconoce que no eres egoísta por establecer límites. No puedes cargar con todo el peso de las responsabilidades familiares.
Habla con tu madre desde un lugar de respeto, pero también con firmeza. Por ejemplo:
"Mamá, quiero ayudarte cuando pueda, pero últimamente siento que me exigen más de lo que puedo dar. Necesito un equilibrio para cuidar también de mí misma."
No tienes que justificar tus decisiones más allá de lo necesario. A veces, simplemente decir "no puedo en este momento" es suficiente.
Es importante romper con la idea de que siempre debes ser la que resuelve o apoya. Si tus hermanas son adultas, también son responsables de sus propias vidas.
Si te piden ayuda económica, evalúa antes de dar una respuesta. No temas decir que no si crees que no es justo o te afecta negativamente.
En lugar de cortar de raíz tu apoyo, empieza a ser más selectiva. Por ejemplo, si te piden algo, establece condiciones claras: "Te puedo ayudar esta vez, pero necesito que me lo regreses para tal fecha."
Limita tus contribuciones sin dar explicaciones exhaustivas. Esto permitirá que tus hermanas y tu madre empiecen a ajustarse a la nueva dinámica poco a poco.
Si sientes que estar en esa casa refuerza la dinámica, salir puede ser un gran paso para tu independencia emocional. No tiene que ser algo inmediato, pero puedes empezar a planificarlo.
Hablar con un terapeuta puede ayudarte a gestionar los sentimientos de culpa y resentimiento, y a fortalecer tus habilidades para establecer límites saludables.
Si tienes amigos o familiares que entiendan tu situación, confía en ellos para desahogarte y recibir apoyo.
Cambiar dinámicas familiares puede ser difícil, pero no imposible. Empieza poco a poco, y recuerda que tienes derecho a cuidar de tu bienestar. Tu tiempo, dinero y esfuerzo son valiosos, y está bien priorizarte.
Encuentra un experto
Hola y muchas gracias por compartir tu situación, debe resultar muy doloroso para ti tener presente esa comparación con tus hermanas y esa presión y exigencia por parte de tu madre para complacerlas. Estoy segura de que te sientes en una contradicción entre lo que "siento que tengo que hacer" y "lo que necesito o me gustaría hacer" constante, y puede generar mucha confusión, impotencia y desamparo. Ante estas situaciones considero que hay 3 puntos clave. Identificar mis límites en esa relación, es decir valorar por qué mantengo una relación con esa persona, que normas deseo implementar, como vamos a gestionar las disputas... (siempre considerando tus necesidades y respetando las de la otra persona en la medida de lo posible). Por otro lado en relación a esto es importante el autocuidado, es decir escuchar mis necesidades en cada momento y atenderlas. Finalmente el diálogo interno, el "cómo me hablo" genera una serie de creencias que influyen en como me veo o bien como actúo, plantéate si tu diálogo interno es crítico y exigente contigo misma o es más bien compasivo. Espero haberte podido ayudar, un fuerte abrazo
 Nerea Otero
Psicólogo, Psicólogo infantil
San Fernando
Lo que estás viviendo es comprensible, ya que estar constantemente en una posición donde sientes que los demás no valoran tu esfuerzo y energía puede desgastarte profundamente. Es fundamental que aprendas a controlar tus emociones para no sentirte sobrepasada por la frustración. El control emocional no significa reprimir lo que sientes, sino ser capaz de identificar lo que está pasando dentro de ti, reconocer tus emociones y tomar decisiones que te protejan sin que esas emociones controlen tu comportamiento.

En este aspecto, el refuerzo de tu autoestima es clave. Es vital que empieces a valorarte más a ti misma y a entender que tu bienestar emocional y físico no depende de lo que los demás esperan de ti. Tienes derecho a decir "no" cuando algo te hace sentir incómoda o sobrepasada. Eso no te convierte en egoísta, sino en alguien que pone límites para cuidarse.

Para fortalecer tu autoestima, te recomiendo empezar por reconocer tus logros y cualidades, no solo en relación a los demás, sino en lo que eres capaz de hacer por ti misma. Tu esfuerzo, tu capacidad para trabajar y ahorrar son cualidades que demuestran tu fortaleza, y es importante que las valores, sin sentirte culpable por poner tus necesidades primero.

Por otra parte, al aprender a gestionar tus emociones, podrás tomar decisiones más claras y saludables para ti, sin sentir que estás atrapada en un ciclo de expectativas ajenas. Este proceso te permitirá actuar con mayor calma y confianza, estableciendo límites saludables, tanto con tu madre como con tus hermanas. Al hacerlo, te sentirás más libre para vivir de acuerdo a tus propias necesidades y deseos, sin cargar con el peso de lo que otros esperan de ti.

Recuerda que, al cuidar de ti misma, también estás aprendiendo a respetarte, y solo cuando te respetas podrás esperar lo mismo de los demás.
Buenos días,

Primero que nada, quiero que sepas que lo que estás sintiendo es completamente válido. Cambiar la dinámica de una familia no es fácil, y mucho menos cuando hay patrones establecidos por tanto tiempo, pero no es imposible. Entiendo que te sientas atrapada entre lo que se espera de ti y lo que realmente necesitas para sentirte bien.

Lo importante es que poco a poco puedas establecer límites claros con tu madre y tus hermanas. Aprender a gestionar tus emociones y a comunicarte de forma asertiva te ayudará a que tus necesidades también sean escuchadas. No se trata de ser egoísta, sino de encontrar un equilibrio donde puedas cuidar de ti misma sin sentir que siempre eres la que tiene que ceder.

Si logras expresar cómo te sientes y estableces de forma clara lo que estás dispuesta a hacer y lo que no, puede ser un buen primer paso para mejorar la situación. No tienes que cambiar todo de golpe ni solucionar todo de una vez, pero con paciencia y pequeñas acciones puedes ir haciendo que las cosas mejoren poco a poco.

Recuerda que tienes derecho a cuidar de ti misma y a poner límites, y que eso no te hace mala ni egoísta. Es un proceso, pero estoy segura de que con el tiempo lo lograrás.

Espero haberte servido de ayuda,

Ánimo
 Mertxe Fernández Rodrigo
Psicólogo, Psicólogo infantil, Sexólogo
Barcelona
Hola,

Como reza el refrán, la caridad bien entendida empieza por uno mismo! No eres egoísta por el simple hecho de no querer ayudar. Egoísta sería si a ti te sobra mucho, no se han portado mal contigo, y no quisieras ayudarlas porque no! Si, como dices, no trabaja, o pasan temporadas sin trabajar, solo se preocupan por ellas, etc... ellas son las responsables de tener o no tener, no tu!
Hasta cierto punto, cada uno labra su futuro, especialmente si no te ocupas! Nadie te asegura que haciendo lo correcto te vaya a ir todo bien, pero sí que si no haces nada por avanzar, te quedarás estancado! Y no es responsabilidad y trabajo tuya sacarle las castañas del fuego a quien no esté dispuesto a esforzarse porque ya lo haces tu por ellas.


Estaría muy bien que pudieras hacer algunas sesiones para que pudiera subir tu autoestima a partir de aprender a dar respuestas asertivas, aprender a decir que no de forma correcta y sin sentirte mal!

Espero haberte ayudado, pero si necesitas, ya sabes dónde encontrarme.
Un abrazo,
Es completamente válido que sientas frustración en esta situación, ya que parece que has asumido un rol de proveedora o apoyo constante, lo cual puede ser emocional y financieramente agotador. Resentir la dinámica no te hace egoísta; simplemente indica que hay un desequilibrio que necesitas ajustar para proteger tu bienestar y tu autoestima. Cambiar tu manera de ser no significa dejar de ser solidaria, sino aprender a establecer límites saludables. Esto te permitirá dar desde un lugar de equilibrio, sin sentirte obligada ni condicionada por las expectativas de los demás. Tu valía no depende de cuánto apoyes a los demás. Dedica tiempo a reflexionar sobre tus logros, tus capacidades y lo que realmente te hace feliz. Salir de un ambiente donde te sientes condicionada puede ser un paso importante, pero también requiere que confíes en ti misma para hacerlo sin miedo al juicio de los demás. Si sientes que este patrón está muy arraigado o que te resulta difícil romperlo por tu cuenta, un proceso de coaching o terapia puede ser muy útil para trabajar en tu autoestima, aprender a manejar conflictos y crear una vida más alineada con tus valores y necesidades.
 Magaly Donaire Sánchez
Psicólogo, Psicólogo infantil
Cáceres
Lo que describes suena a una situación muy difícil, llena de frustración y sentimiento de desbalance en la dinámica familiar. Es comprensible que sientas resentimiento hacia tu madre y tus hermanas, especialmente cuando parece que te ponen una carga económica que no te corresponde, mientras que ellas no asumen responsabilidades similares. Esto puede llevarte a sentirte sobrecargada, injustamente tratada, e incluso rechazada. Además, el hecho de que tu madre te haga sentir culpable por no querer seguir apoyando en esas condiciones refuerza ese sentimiento de que tus límites no se respetan.

Cambiar esta situación sin generar conflictos abiertos es un desafío, pero es posible tomar algunas acciones para mejorar tu bienestar emocional y establecer límites más saludables. Aquí te ofrezco algunas ideas para hacerlo sin que se convierta en un terreno de peleas:

Primero, es importante que comiences a reconocer tus propios sentimientos y necesidades. El resentimiento a menudo surge cuando no estamos poniendo atención a lo que realmente necesitamos. Es crucial que te des cuenta de que **tus límites son válidos**. No eres egoísta por decidir no seguir apoyando económicamente cuando ya te sientes sobrecargada o injustamente tratada. De hecho, es un acto de amor propio y de respeto hacia ti misma.

El siguiente paso sería establecer **límites claros y asertivos**. Esto no significa ser confrontativa o agresiva, sino simplemente comunicar lo que estás dispuesta o no dispuesta a hacer. Puedes empezar a hablar con tu madre de una manera calmada y honesta, explicando cómo te sientes con respecto a la situación. Usa frases como "Me siento sobrecargada cuando tengo que asumir toda la responsabilidad económica" o "Necesito saber que mis esfuerzos y sacrificios también son reconocidos". El objetivo no es culpabilizar, sino expresar tus emociones y establecer una nueva forma de relacionarte, en la que se reconozcan tus necesidades.

En cuanto a tus hermanas, puede ser útil hablar con ellas también. Si sientes que estás tomando demasiado de la carga y ellas no están contribuyendo lo suficiente, comunícalo de una manera que se centre en tus sentimientos y necesidades, sin acusarlas. Por ejemplo: "Me siento incómoda cuando veo que tengo que asumir tanto, mientras que otras personas no colaboran. Me gustaría que todos aportáramos un poco más." Tal vez no se den cuenta del impacto que su comportamiento tiene en ti, por lo que una conversación abierta y honesta podría ayudar a clarificarlo.

Otra opción es crear un **plan o acuerdo familiar** donde se distribuyan responsabilidades, como las tareas domésticas o el apoyo económico, de manera más equitativa. Esto podría ser algo que propongas a la familia de manera calmada, con el objetivo de establecer una mejor cooperación. Es importante que tú también empieces a priorizar tus propios intereses y bienestar. Si esto implica ahorrar para tus metas o tomarte tiempo para descansar y disfrutar de lo que has logrado, no dudes en hacerlo.

Finalmente, es fundamental que empieces a **cambiar tu mentalidad** respecto a la situación. El hecho de que sientas que estás "condicionada" a vivir así es parte del patrón que te ha mantenido en esta dinámica. Reconocer que mereces respeto, equilibrio y apoyo en la familia es un paso hacia liberarte de esa sensación de estar atrapada. No tienes que seguir viviendo con el sacrificio constante de tu bienestar por los demás, especialmente si no se valora o se reconoce.

Recuerda que cambiar tu manera de ser no significa dejar de ser generosa o cariñosa, sino que se trata de aprender a cuidarte a ti misma de manera equilibrada y de establecer relaciones más saludables, basadas en el respeto mutuo. El proceso puede tomar tiempo, pero poco a poco lograrás establecer una mejor relación contigo misma y con los demás.
No eres egoísta por querer límites; tu bienestar también importa. Habla con tu madre desde el respeto, explicando cómo te sientes sin culpar, pero siendo firme en tus límites. Aprende a decir “no” sin culpa y a priorizar tus necesidades. Si es posible, busca independizarte para salir del ciclo. Cambiar no significa pelear, sino protegerte y enseñarles cómo quieres ser tratada. Considera apoyo terapéutico para fortalecer tu confianza y manejar esta dinámica. Tu valor no está en lo que das, sino en quién eres.

 Judit Balaguer
Psicólogo
Vilanova i La Geltrú
Hola! Que estés reflexionando esta situación dice mucho de ti.
Primero, sería importante que reflexiones sobre cómo te afecta esta situación en tu bienestar emocional y mental. Tal vez podríamos explorar juntos qué significa para ti el apoyo que das a tu familia, cómo te hace sentir, y si esto se alinea con tus propios límites y necesidades.

Algunas estrategias que podrían ayudarte a manejar esta situación sin que se convierta en una confrontación son:

- Identificar tus límites: Reflexiona sobre qué estás dispuesta a hacer y qué no. Poner límites no significa ser egoísta, sino reconocer tus propias necesidades para cuidar de ti misma.

- Comunicar tus sentimientos: Hablar con tu madre y/o hermanas puede ser útil, pero enfocándote en cómo te sientes, sin acusar. Por ejemplo, puedes decir algo como: “A veces siento que mi esfuerzo no es valorado, y me gustaría que todos pudiéramos contribuir de una manera más equitativa”.

- Cuestionar tus creencias: Mencionas que sientes que estás "condicionada" a vivir así. Tal vez podríamos explorar de dónde vienen esas creencias y si aún son válidas para ti. ¿Es realmente tu responsabilidad asumir estos roles, o es algo que te has sentido obligada a hacer? Cambiar la manera en que te ves a ti misma dentro de esta dinámica podría ayudarte a tomar decisiones diferentes.

- Priorizarte sin culpa: No es egoísta priorizar tu bienestar. Puedes empezar con pequeños pasos, como reservar parte de tus ahorros para ti misma, darte permisos para descansar, o incluso buscar actividades fuera de casa que te ayuden a desconectarte un poco.

 Alejandra Saura Rufín
Psicólogo
Madrid

Lo que estás experimentando tiene que ser muy doloroso, y entiendo lo difícil que debe ser para ti estar en una situación donde sientes que no se valora tu esfuerzo, y que, al mismo tiempo, no te sientes libre para poner límites sin sentirte culpable o rechazada. Siento profundamente que estés cargando con tanto, sobre todo en una dinámica familiar que parece estar desequilibrada, donde el amor y la atención no se distribuyen de manera equitativa entre todos los miembros.

Es completamente natural que te sientas resentida y frustrada. Nadie quiere sentirse como la fuente de apoyo constante para los demás sin recibir nada a cambio, y mucho menos cuando esa ayuda parece no ser valorada ni reconocida. Siento que el peso de esa responsabilidad te está afectando emocionalmente, ya que, por un lado, quieres ser una hija que apoya a su familia, pero, por otro, sientes que esto se está convirtiendo en una carga emocional y económica que no puedes seguir soportando.

Lo que está pasando puede ser una combinación de varios factores. Por un lado, me parece que hay una falta de límites claros en tu familia. A veces, cuando alguien asume el papel de "proveedora" o "responsable", los demás pueden empezar a dar por hecho que siempre estarán ahí para ayudar, y esto, aunque en principio pueda parecer un acto de generosidad, en el fondo puede desgastar y afectar nuestra salud emocional. Puede que tu madre, aunque de una manera que parece injusta, esté acostumbrada a pedir tu apoyo, y no se haya detenido a reflexionar sobre cómo esto te afecta. De igual forma, tus hermanas parecen estar en una zona de confort donde no sienten la necesidad de contribuir al bienestar de la familia de la misma manera que tú.

Te entiendo cuando mencionas que sientes que estás condicionada a vivir así. Crecer en una dinámica familiar con roles muy marcados puede hacer que nos sintamos atrapadas, especialmente cuando hemos asumido esas responsabilidades de forma automática, como si no tuviéramos opción de hacer otra cosa. Sin embargo, lo más importante aquí es que reconozcas que tienes todo el derecho a poner límites y a cuidar de ti misma, sin sentirte egoísta o culpable por ello.

El primer paso hacia el cambio es justamente ese: el reconocimiento de que tienes el derecho de ser cuidada y tratada con respeto, tanto por tu madre como por tus hermanas. Entiendo que te preocupa que, al poner estos límites, las cosas se conviertan en un conflicto, y es comprensible que no quieras causar peleas ni tensiones familiares. Lo que te sugiero es que intentes hablar de manera tranquila y amorosa, sin acusar ni reprochar, pero dejando claro lo que necesitas. Podrías intentar comunicar tu malestar desde tus propios sentimientos, por ejemplo, "Me siento muy agotada cuando siempre me piden apoyo y no veo un esfuerzo de las demás personas en la familia para contribuir". Hablar desde el "yo" en lugar de señalar directamente a los demás puede hacer que la conversación no se convierta en una confrontación y se logre un entendimiento más empático.

Es probable que, al principio, haya resistencia, sobre todo porque las personas a veces no están conscientes del impacto que sus actitudes tienen en los demás. Si sientes que no es posible hablar directamente con tu madre o tus hermanas sin que se genere un conflicto, considera escribirles una carta. A veces, poner por escrito nuestros sentimientos nos ayuda a ser más claros y a evitar malentendidos, permitiendo que la otra persona reflexione sobre lo que estamos diciendo sin tener que responder de inmediato.

Otro aspecto importante es que, para poder cambiar tu dinámica con ellos y comenzar a priorizarte, debes empezar por trabajar en tu propia relación contigo misma. No es egoísta querer poner límites para cuidar tu bienestar emocional y físico. Si no lo haces, lo que sucederá es que seguirás sintiéndote resentida y agotada, y eso, a largo plazo, puede afectar aún más tus relaciones con ellos. Tal vez sea útil también que, si es posible, busques algún tipo de apoyo fuera de la familia, como una terapia individual, para ayudarte a procesar estas emociones y tener herramientas que te permitan sentirte más segura de ti misma y más fuerte para implementar esos cambios.

En cuanto a la sensación de estar atrapada, sé que es un sentimiento complicado de gestionar. Cambiar la dinámica familiar llevará tiempo, paciencia y, posiblemente, alguna resistencia de parte de ellos. Pero lo que más te quiero transmitir es que tienes todo el derecho a decir "no" cuando sientes que algo no es justo para ti, a cuidar de ti misma y a establecer tus propios límites sin que eso signifique que no los amas o que no quieres lo mejor para tu familia. A veces, lo mejor que puedes hacer por los demás es cuidar primero de ti misma, porque solo cuando estás bien, podrás ser realmente un apoyo para los demás de una forma saludable.

Recuerda que, aunque pueda ser difícil al principio, tú tienes el poder de transformar la relación contigo misma y, gradualmente, la relación con tu familia. Lo importante es que no te sientas culpable por poner tu bienestar como prioridad. Te mereces sentirte apreciada, entendida y respetada por los que amas, y, en el fondo, lo que les estás pidiendo al poner límites es precisamente eso: que reconozcan tus esfuerzos y tus necesidades, como también haces tú con los suyos.

Te mando un abrazo lleno de comprensión y fuerza. Sé que esto no es fácil, pero lo estás haciendo bien al reconocer lo que sientes y querer cambiar las cosas. Sigue adelante con ese coraje y esa claridad.
 Indira Alcalá Franco
Psicólogo, Sexólogo
A Coruña
Gracias por compartir esto conmigo. Lo que describes suena muy difícil, y es natural que te sientas resentida en esta situación. Parece que has asumido muchas responsabilidades que no siempre son valoradas, y eso puede ser muy frustrante.

Primero, quiero decirte que no eres mala ni egoísta por sentir lo que sientes. Es completamente válido cuestionar esta dinámica familiar, sobre todo si sientes que no es equitativa. A veces, cuando tomamos un rol de apoyo constante, los demás pueden acostumbrarse y no siempre reconocen el esfuerzo que hacemos, lo que puede generar un gran peso emocional.

Cambiar esta dinámica no será fácil, pero hay formas de hacerlo poco a poco y de manera respetuosa. Aquí hay algunos pasos que podrías considerar:

1. Reflexiona sobre tus límites: Piensa en qué cosas estás dispuesta a hacer y cuáles no. Establecer límites no significa que no te importe tu familia, sino que también necesitas cuidarte. Por ejemplo, podrías decidir que solo ayudarás económicamente en circunstancias específicas o cuando realmente lo decidas tú, no porque se te pida o espere de ti.


2. Comunica tus sentimientos con calma: Hablar con tu madre puede ser un buen punto de partida, pero hazlo en un momento tranquilo. Explícale cómo te sientes, enfocándote en tu experiencia, no en acusaciones. Por ejemplo: “A veces siento que se espera mucho de mí, y eso me hace sentir presionada. Me gustaría que hablemos de cómo podríamos manejar esto de manera más justa”.


3. Aprende a decir “no” con firmeza pero sin agresividad: Es difícil al principio, pero puedes empezar con pequeñas cosas. Por ejemplo: “En este momento no puedo ayudar económicamente, estoy priorizando otros gastos”. No necesitas justificarte en exceso; un “no” claro es suficiente.


4. Reconoce tus necesidades: Estás trabajando y ahorrando, pero también mereces disfrutar de tus esfuerzos. Date el permiso de pensar en ti misma y priorizar tus metas personales.


5. Considera buscar apoyo externo: Hablar con un profesional puede ayudarte a trabajar tus emociones y encontrar estrategias para manejar esta situación sin que te afecte tanto emocionalmente.



Es un proceso, y no tienes que cambiar todo de golpe. Eres valiosa y mereces vivir de una forma que te haga sentir en paz. Estoy aquí para seguir apoyándote si lo necesitas.
 Marina Santiago
Psicólogo
Barcelona
Entiendo que te sientes atrapada en una dinámica familiar que te genera frustración y resentimiento. Es común sentir que se aprovechan de ti cuando sientes que tus esfuerzos y sacrificios no son valorados. Cambiar tu manera de relacionarte sin generar conflictos requiere establecer límites claros pero con empatía. Es importante que priorices tu bienestar emocional y financiero, y que aprendas a comunicarte de manera honesta pero respetuosa. Puedes explicar cómo te sientes sin acusar, por ejemplo: "Entiendo que necesitas apoyo, pero también tengo mis propios límites y responsabilidades. Me gustaría poder ayudar, pero necesito también cuidar de mí misma."

El proceso de autocuidado y asertividad puede ser gradual. A veces, tomar espacio para reflexionar y ver cómo puedes balancear tus necesidades con las de los demás te ayudará a hacer cambios sin sentirte culpable ni generar confrontaciones. ¿Has intentado hablar con ellas sobre cómo te sientes o poner en práctica algunos pequeños límites?
Gracias por compartir lo que sientes. Es completamente válido que experimentes resentimiento cuando sientes que la carga económica y emocional recae sobre ti de manera injusta. Parece que has asumido un rol dentro de la familia que te genera frustración y agotamiento, y es natural que desees un cambio sin que esto signifique conflictos.

Para empezar a modificar esta dinámica, podrías probar lo siguiente:

Poner límites claros y consistentes: No es egoísta decir que no cuando algo te sobrepasa. Puedes empezar con frases como: 'En este momento no puedo ayudar con eso' o 'Prefiero administrar mis recursos de otra manera'. No tienes que justificarte más de lo necesario.

Diferenciar la culpa de la responsabilidad: Parece que te han hecho sentir que es tu obligación ayudar económicamente, pero en realidad, cada persona es responsable de su propio bienestar. Que hayas apoyado en el pasado no significa que debas seguir haciéndolo siempre.

Explorar tu independencia: Si sientes que vivir en ese ambiente refuerza el rol en el que te han condicionado, quizás sea el momento de plantearte opciones para salir de ahí, poco a poco y con planificación. No tiene que ser un cambio drástico, pero considerar alternativas puede ayudarte a sentir más control sobre tu vida.

El cambio puede generar resistencia al principio, pero si lo haces con calma y seguridad, sin entrar en discusiones, poco a poco las demás personas ajustarán sus expectativas. Es importante priorizar tu bienestar sin sentir culpa por ello.

Te mando un abrazo y mucho ánimo en este proceso.

Expertos

Margarita Caballero Cabo

Margarita Caballero Cabo

Psicólogo, Psicólogo infantil

Badajoz

Reservar cita
Laura Natalia Roza Amengual

Laura Natalia Roza Amengual

Psicólogo, Dietista nutricionista

Palma de Mallorca

Preguntas relacionadas

¿Quieres enviar tu pregunta?

Nuestros expertos han respondido 33 preguntas sobre Baja autoestima
  • Tu pregunta se publicará de forma anónima.
  • Intenta que tu consulta médica sea clara y breve.
  • La pregunta irá dirigida a todos los especialistas de Doctoralia, no a uno específico.
  • Este servicio no sustituye a una consulta con un profesional de la salud. Si tienes un problema o una urgencia, acude a tu médico o a los servicios de urgencia.
  • No se permiten preguntas sobre casos específicos o segundas opiniones.
  • Por cuestiones de salud, no se publicarán cantidades ni dosis de medicamentos.

Este valor es demasiado corto. Debe contener __LIMIT__ o más caracteres.


Elige la especialidad de los médicos a los que quieres preguntar
Lo utilizaremos para notificarte la respuesta (en ningún momento aparecerá en Doctoralia)

¿Tu caso es similar? Estos profesionales pueden ayudarte:

Todos los contenidos publicados en Doctoralia, especialmente preguntas y respuestas, son de carácter informativo y en ningún caso deben considerarse un sustituto de un asesoramiento médico.