¡Hola, lindísimo día! Lo que pasa es esto. ¿Por qué cuando llego aún lugar, ya sea red social, tr
12
respuestas
¡Hola, lindísimo día!
Lo que pasa es esto.
¿Por qué cuando llego aún lugar, ya sea red social, trasmisiones o más, Me siento que seré la más guapa y que me tendrán en lo alto o que habrá algún que otro enamorado de mí, cuando realmente no es así? Y cuando algo no sale como lo pensé, mi mente cambia completamente y decido no creer más en nada y nadie, cuando realmente la idea y quien llego con esas expectativas, fui yo?
Lo que pasa es esto.
¿Por qué cuando llego aún lugar, ya sea red social, trasmisiones o más, Me siento que seré la más guapa y que me tendrán en lo alto o que habrá algún que otro enamorado de mí, cuando realmente no es así? Y cuando algo no sale como lo pensé, mi mente cambia completamente y decido no creer más en nada y nadie, cuando realmente la idea y quien llego con esas expectativas, fui yo?

Gracias por compartir lo que sientes, es una reflexión muy honesta y valiosa.
Lo que describes podría estar relacionado con lo que en psicología se conoce como expectativas idealizadas y, en algunos casos, con una búsqueda de validación externa para sostener la autoestima. Es natural que todos, en algún momento, deseemos sentirnos valorados, vistos o incluso admirados. El problema aparece cuando nuestra autovaloración depende excesivamente de cómo creemos que nos perciben los demás.
Cuando construimos una expectativa elevada sobre cómo vamos a ser recibidos o reconocidos, y esa expectativa no se cumple, es normal que aparezca frustración, tristeza o incluso una sensación de desconfianza hacia uno mismo o hacia los demás. Pero como bien señalas, muchas veces esa decepción tiene más que ver con la imagen previa que nos habíamos formado que con lo que realmente ha sucedido.
En estos casos, el trabajo terapéutico puede ayudarte a:
• Comprender qué hay detrás de esas expectativas
• Construir una autoestima más sólida y estable
• Aprender a validar tus emociones sin juzgarte
• Relacionarte con los demás desde un lugar más auténtico y menos autoexigente
Si te gustaría explorar este tema con más profundidad, puedes pedirme cita online o escribirme a mapipsicologa@gmail.com. Estaré encantada de acompañarte.
Lo que describes podría estar relacionado con lo que en psicología se conoce como expectativas idealizadas y, en algunos casos, con una búsqueda de validación externa para sostener la autoestima. Es natural que todos, en algún momento, deseemos sentirnos valorados, vistos o incluso admirados. El problema aparece cuando nuestra autovaloración depende excesivamente de cómo creemos que nos perciben los demás.
Cuando construimos una expectativa elevada sobre cómo vamos a ser recibidos o reconocidos, y esa expectativa no se cumple, es normal que aparezca frustración, tristeza o incluso una sensación de desconfianza hacia uno mismo o hacia los demás. Pero como bien señalas, muchas veces esa decepción tiene más que ver con la imagen previa que nos habíamos formado que con lo que realmente ha sucedido.
En estos casos, el trabajo terapéutico puede ayudarte a:
• Comprender qué hay detrás de esas expectativas
• Construir una autoestima más sólida y estable
• Aprender a validar tus emociones sin juzgarte
• Relacionarte con los demás desde un lugar más auténtico y menos autoexigente
Si te gustaría explorar este tema con más profundidad, puedes pedirme cita online o escribirme a mapipsicologa@gmail.com. Estaré encantada de acompañarte.

Lo que te sucede puede entenderse desde la teoría del apego, especialmente si pensamos en un estilo de apego ambivalente o ansioso. Este tipo de apego se caracteriza por una fuerte necesidad de aprobación y de sentirse deseada o valorada por los demás, mezclada con una inseguridad profunda sobre si eso realmente sucederá. Así, cuando llegas a un lugar, ya sea físico o virtual, es posible que tu mente, buscando compensar carencias emocionales pasadas, proyecte la fantasía de que serás la más guapa, admirada o incluso deseada. Esa imagen no es vana ni superficial: está cargada del deseo de ser vista, de ser importante para alguien, tal vez como no lo fuiste o no lo sentiste suficientemente en etapas tempranas de tu vida. Sin embargo, cuando la realidad no se ajusta a esa expectativa —porque las personas no reaccionan como esperabas o simplemente porque no ocurre ese reconocimiento idealizado—, tu mente cambia drásticamente. Pasas de la ilusión al desencanto, y aparece un pensamiento defensivo: “no voy a creer más en nada ni en nadie”. Esta reacción tiene que ver con una necesidad de protegerte del dolor de no ser mirada como esperabas, pero también con la frustración de que ese vínculo que anhelabas nunca llegue como lo imaginaste. Es una oscilación típica del apego ambivalente: idealizar mucho y, ante la mínima señal de rechazo o indiferencia, retraerse emocionalmente con una mezcla de decepción y enojo. Lo más importante aquí no es juzgarte por tener esas expectativas, sino tratar de entender de dónde vienen y cómo puedes transformarlas en algo más realista y amable contigo misma. La niña interior que deseaba ser admirada y amada tal vez aún está ahí, esperando. Y quizás se trate ahora de aprender a verla tú primero, con más paciencia, y con menos necesidad de que el mundo te lo confirme a cada paso.

¡Hola! Gracias por compartir tu experiencia. Lo que describes es algo que muchas veces lo hemos sentido, y es completamente válido. A veces, tenemos expectativas sobre cómo creemos que será una situación, y al no cumplirse, nuestra mente puede sentirse muy confundida y decepcionada. Tal vez esa expectativa se construye a partir de la necesidad de sentirnos validadas o aceptadas de una forma que, quizás, no logramos percibir de la manera que esperábamos.
¿Qué pasaría si pudieras enfocar esa validación hacia ti misma, sin necesidad de buscarla fuera? A veces, cuando no nos sentimos completamente seguras de nosotros mismos, tendemos a proyectar esa necesidad de validación en el exterior, pero, ¿y si pudieras encontrar esa certeza dentro de ti?
¿Qué pasaría si pudieras enfocar esa validación hacia ti misma, sin necesidad de buscarla fuera? A veces, cuando no nos sentimos completamente seguras de nosotros mismos, tendemos a proyectar esa necesidad de validación en el exterior, pero, ¿y si pudieras encontrar esa certeza dentro de ti?

Hay que trabajar en una autoestima basada en tu propia autopercepción y esencia y no en la imagen que crees que proyectas en los demás.

Gracias por abrir este espacio para compartir algo tan íntimo y valiente. Lo que describís es ante todo humano. Todos, en algún momento, construimos expectativas sobre cómo queremos ser vistos o tratados, especialmente cuando hay una necesidad profunda de validación, afecto o conexión.
Sentirte "idealizada" antes de llegar a un lugar puede ser una forma en que tu mente busca seguridad o valor —como si al imaginarte siendo admirada, pudieras confirmar tu valor personal. Y eso no tiene nada de malo; es una forma de cuidarte. El tema es que, cuando esas expectativas no se cumplen, el contraste emocional puede ser muy fuerte, y aparece esa sensación de decepción, frustración o incluso desconfianza, como mencionás.
Lo interesante es que ya te estás dando cuenta de ese ciclo, y eso es un paso enorme.
Desde un enfoque terapéutico integral, podríamos trabajar juntos/as para entender mejor de dónde vienen esas expectativas, qué necesidades emocionales están queriendo ser escuchadas, y cómo sostenerte con mayor amor y comprensión cuando las cosas no salen como imaginabas.
Si te gustaría explorar esto con más profundidad, el espacio terapéutico puede ser un lugar seguro para hacerlo. Estaré encantada de acompañarte. Estoy al servicio, Carolina.
Sentirte "idealizada" antes de llegar a un lugar puede ser una forma en que tu mente busca seguridad o valor —como si al imaginarte siendo admirada, pudieras confirmar tu valor personal. Y eso no tiene nada de malo; es una forma de cuidarte. El tema es que, cuando esas expectativas no se cumplen, el contraste emocional puede ser muy fuerte, y aparece esa sensación de decepción, frustración o incluso desconfianza, como mencionás.
Lo interesante es que ya te estás dando cuenta de ese ciclo, y eso es un paso enorme.
Desde un enfoque terapéutico integral, podríamos trabajar juntos/as para entender mejor de dónde vienen esas expectativas, qué necesidades emocionales están queriendo ser escuchadas, y cómo sostenerte con mayor amor y comprensión cuando las cosas no salen como imaginabas.
Si te gustaría explorar esto con más profundidad, el espacio terapéutico puede ser un lugar seguro para hacerlo. Estaré encantada de acompañarte. Estoy al servicio, Carolina.

Buenas tardes, a veces nos hacemos altas expectativas o nos tenemos en alto valor y después o no se cumple lo que esperábamos o los demás no nos valoran tanto como nosotros creíamos. No se trata de esperar lo malo, o creerse todo lo contrario a una persona valiosa, se trata, para no llevarse esas decepciones y no sufrir, de intentar llegar a un punto medio y no tan extremo: ni expectativas de que va a suceder lo mejor, ni creer que para todos soy muy valiosa. Tampoco cuando no se cumplen las expectativas caer en el catastrofismo.
No debemos dejarnos llevar al cien por cien por lo que pasa o lo que los demás piensan o ven de nosotros. Cada uno puede tener un pensamiento muy distinto de la misma persona, pero la persona es la misma. Si nos dejamos arrastrar por cada muestra que veamos, sufriremos mucho y estaremos continuamente cambiando la percepción de nosotros mismos. Intenta llegar a un punto medio: no voy a ser la más guapa pero tampoco la más fea.
Igual pasa con los acontecimientos, son muchas las variables que pueden hacer que un suceso cambie, y puede pasar lo inesperado, pero no podemos acusar de esto a una sola causa, por ejemplo nuestra valía.
Espero que mis palabras te puedan servir, y recuerda: ni todo ni nada, ni mucho ni poco, ni siempre ni nunca,... en la vida "hay más gustos que colores" como dice el refrán.
Un abrazo.
No debemos dejarnos llevar al cien por cien por lo que pasa o lo que los demás piensan o ven de nosotros. Cada uno puede tener un pensamiento muy distinto de la misma persona, pero la persona es la misma. Si nos dejamos arrastrar por cada muestra que veamos, sufriremos mucho y estaremos continuamente cambiando la percepción de nosotros mismos. Intenta llegar a un punto medio: no voy a ser la más guapa pero tampoco la más fea.
Igual pasa con los acontecimientos, son muchas las variables que pueden hacer que un suceso cambie, y puede pasar lo inesperado, pero no podemos acusar de esto a una sola causa, por ejemplo nuestra valía.
Espero que mis palabras te puedan servir, y recuerda: ni todo ni nada, ni mucho ni poco, ni siempre ni nunca,... en la vida "hay más gustos que colores" como dice el refrán.
Un abrazo.

Hola, gracias por compartir tu experiencia y quizás mi respuesta pueda resonar de alguna manera con lo que expresas en tu texto. Este sentimiento que expresas puede deberse a varios factores, por lo que desde mi punto de visto lo ideal sería explorar más tus creencias acerca de este tipo de situaciones sociales, así como el tipo de situaciones y la frecuencia con la que te sucede. También es importante explorar como sientes tu autoestima en el área social, así cómo otras áreas de tu vida.
Después de explorar esto, lo que describes podría coincidir con una necesidad de valoración externa por parte de los otros, de querer despertar interés, y a su vez sentimientos de decepción cuando esto no se diera. A veces este sentimiento de que serás la más guapa del evento, también podría estar relacionada como un mecanismo de distracción en el intento de cubrir algo de ansiedad social. Otra hipótesis sería que si tu autoestima es alta y estás en un buen momento personal, podrías interpretar las miradas o gestos neutrales como señales de interés o admiración. Es una forma de sesgo positivo hacia una misma.
Este fenómeno de sentirnos como el 'foco de atención' en ciertas situaciones es más común de lo que parece, sobre todo si tenemos un gran sentimiento de autoconsciencia, y en realidad las personas está menos pendientes de nosotros de lo que creemos.
Espero que mi respuesta te pueda aportar algo, gracias.
Después de explorar esto, lo que describes podría coincidir con una necesidad de valoración externa por parte de los otros, de querer despertar interés, y a su vez sentimientos de decepción cuando esto no se diera. A veces este sentimiento de que serás la más guapa del evento, también podría estar relacionada como un mecanismo de distracción en el intento de cubrir algo de ansiedad social. Otra hipótesis sería que si tu autoestima es alta y estás en un buen momento personal, podrías interpretar las miradas o gestos neutrales como señales de interés o admiración. Es una forma de sesgo positivo hacia una misma.
Este fenómeno de sentirnos como el 'foco de atención' en ciertas situaciones es más común de lo que parece, sobre todo si tenemos un gran sentimiento de autoconsciencia, y en realidad las personas está menos pendientes de nosotros de lo que creemos.
Espero que mi respuesta te pueda aportar algo, gracias.

Buenos días,
Gracias por expresar lo que estás sintiendo. Lo que describes es más común de lo que parece, y tiene mucho que ver con una forma de pensar que en psicología llamamos pensamiento de tipo todo o nada o pensamiento polarizado.
Es una tendencia que tenemos algunas veces a ver las cosas en extremos: o todo va a salir perfecto y me van a admirar, o si no pasa así, entonces nada tiene sentido, nadie vale la pena y todo se derrumba. Es como si no hubiera espacio para los grises o para los matices entre lo que imaginamos y lo que realmente sucede.
Además, puede estar ocurriendo algo que en psicología llamamos sobrecompensación en la autoestima. A veces, cuando hay inseguridades internas o sentimientos de no ser suficiente, la mente responde creando fantasías de éxito absoluto o validación externa intensa (como imaginar que todos me van a admirar o enamorarse de mí). No es raro que esto pase: es una forma de protegernos del temor a no ser valorados. El problema es que cuando esa validación no llega como esperábamos, el contraste puede sentirse muy duro, y reforzar aún más esas inseguridades.
Cuando vivimos con expectativas muy altas, es natural que duela el choque con la realidad. Pero eso no significa que no tengas valor, ni que las personas no puedan conectar contigo. A veces solo se trata de revisar de dónde vienen esas expectativas y cómo te estás tratando cuando las cosas no salen como imaginabas. Si en algún momento sientes que te gustaría explorar todo esto con más calma, estaré aquí para iniciar ese camino terapéutico contigo.
Un saludo,
Luisa
Gracias por expresar lo que estás sintiendo. Lo que describes es más común de lo que parece, y tiene mucho que ver con una forma de pensar que en psicología llamamos pensamiento de tipo todo o nada o pensamiento polarizado.
Es una tendencia que tenemos algunas veces a ver las cosas en extremos: o todo va a salir perfecto y me van a admirar, o si no pasa así, entonces nada tiene sentido, nadie vale la pena y todo se derrumba. Es como si no hubiera espacio para los grises o para los matices entre lo que imaginamos y lo que realmente sucede.
Además, puede estar ocurriendo algo que en psicología llamamos sobrecompensación en la autoestima. A veces, cuando hay inseguridades internas o sentimientos de no ser suficiente, la mente responde creando fantasías de éxito absoluto o validación externa intensa (como imaginar que todos me van a admirar o enamorarse de mí). No es raro que esto pase: es una forma de protegernos del temor a no ser valorados. El problema es que cuando esa validación no llega como esperábamos, el contraste puede sentirse muy duro, y reforzar aún más esas inseguridades.
Cuando vivimos con expectativas muy altas, es natural que duela el choque con la realidad. Pero eso no significa que no tengas valor, ni que las personas no puedan conectar contigo. A veces solo se trata de revisar de dónde vienen esas expectativas y cómo te estás tratando cuando las cosas no salen como imaginabas. Si en algún momento sientes que te gustaría explorar todo esto con más calma, estaré aquí para iniciar ese camino terapéutico contigo.
Un saludo,
Luisa

Las expectativas demasiado optimistas no siempre funcionan, a veces traen esas consecuencias. Pero si nos damos cuenta de ello sólo tenemos que obrar de otra forma, no sólo rebajar las expectativas sino generarlas de manera negativa para que los resultados no nos defrauden. Eso puede funcionar en este caso.

Gracias por abrirte con tanta honestidad. Lo que describes tiene que ver con expectativas idealizadas y cómo, cuando no se cumplen, pueden generar una fuerte frustración o una caída emocional intensa. A veces, creamos escenarios mentales que nos hacen sentir validados, deseados o reconocidos, como una forma de llenar ciertas necesidades internas. Pero cuando la realidad no responde a ese guión, la decepción puede volverse contra una misma.
Este vaivén emocional (entre la ilusión y la desilusión) puede indicar una necesidad de reforzar la autoestima desde dentro, no solo desde cómo nos ven los demás. Trabajar en esto ayuda a construir una autoimagen más estable y relaciones más sanas con uno mismo y con los otros.
Este vaivén emocional (entre la ilusión y la desilusión) puede indicar una necesidad de reforzar la autoestima desde dentro, no solo desde cómo nos ven los demás. Trabajar en esto ayuda a construir una autoimagen más estable y relaciones más sanas con uno mismo y con los otros.

Buenos días. Desde mi punto de vista no me parece que tengas baja autoestima. La percepción que tienes de ti misma es de ser una persona guapa y digna de que alguien se enamore de ti. Lo que pasa es que necesitas que esa creencia sea validada socialmente, es decir, por otras personas, y cuando esto no ocurre es para ti como una demostración de que estabas equivocada. Como eso es algo que duele, te enfadas y decides alejarte y no creer en nadie... Pero realmente el fallo está en: 1) Necesitar que los demás validen lo que tu crees sobre ti misma (que vale que a todos nos agrada, pero no debe ser una necesidad) y 2) Dar tanto valor a la opinión de una única persona, incluso por encima de tus propios pensamientos. El tema del enfado es una reacción normal de protección cuando una se ve agredida que, si no provoca conductas inadecuadas, es sano. Reflexiona sobre el resto que te he comentado ;-)

Gracias por compartir esto con tanta honestidad. Lo que describes le pasa a más gente de la que imaginas, aunque casi nadie lo diga en voz alta.
A veces llegamos a los sitios —reales o virtuales— con una especie de “película previa” en la cabeza: una idea de cómo deberían ir las cosas, de cómo nos van a ver, de lo que vamos a provocar en lxs demás. Y cuando la realidad no encaja con esa película… ¡zas! Nos venimos abajo. Y no solo eso, sino que nos decepcionamos, como si alguien nos hubiese prometido algo y no lo hubiese cumplido. Pero como tú bien dices, la única que llegó con esas expectativas fuiste tú.
Esto no es raro. Muchas veces, esa necesidad de destacar o de sentirnos especiales es una forma de regular algo más profundo: la inseguridad, la necesidad de validación, o incluso una forma de protegernos del miedo al rechazo. Y ojo, no es algo que tengamos que juzgar. Es humano. Lo importante es entenderlo y, si queremos, empezar a trabajarlo.
Tal vez el punto no está en dejar de imaginar cosas, sino en notar cuándo esas expectativas están actuando por ti. Preguntarte: ¿qué necesidad hay debajo de esto? ¿Qué estoy esperando que pase y por qué? Porque cuando lo ves claro, puedes vivir las situaciones más desde la experiencia real, y menos desde el guión que tenías en la cabeza.
Y te digo algo más: el problema no es tener expectativas, es no saber qué hacer con ellas cuando no se cumplen. Ahí es donde a veces se cuela el sufrimiento.
Si ves que este patrón te afecta mucho en tu día a día, puede venirte genial trabajar sobre ello en terapia. No para dejar de tener ilusiones o fantasías —que también son parte de la vida— sino para que no te arrastren cuando no se hacen realidad.
A veces llegamos a los sitios —reales o virtuales— con una especie de “película previa” en la cabeza: una idea de cómo deberían ir las cosas, de cómo nos van a ver, de lo que vamos a provocar en lxs demás. Y cuando la realidad no encaja con esa película… ¡zas! Nos venimos abajo. Y no solo eso, sino que nos decepcionamos, como si alguien nos hubiese prometido algo y no lo hubiese cumplido. Pero como tú bien dices, la única que llegó con esas expectativas fuiste tú.
Esto no es raro. Muchas veces, esa necesidad de destacar o de sentirnos especiales es una forma de regular algo más profundo: la inseguridad, la necesidad de validación, o incluso una forma de protegernos del miedo al rechazo. Y ojo, no es algo que tengamos que juzgar. Es humano. Lo importante es entenderlo y, si queremos, empezar a trabajarlo.
Tal vez el punto no está en dejar de imaginar cosas, sino en notar cuándo esas expectativas están actuando por ti. Preguntarte: ¿qué necesidad hay debajo de esto? ¿Qué estoy esperando que pase y por qué? Porque cuando lo ves claro, puedes vivir las situaciones más desde la experiencia real, y menos desde el guión que tenías en la cabeza.
Y te digo algo más: el problema no es tener expectativas, es no saber qué hacer con ellas cuando no se cumplen. Ahí es donde a veces se cuela el sufrimiento.
Si ves que este patrón te afecta mucho en tu día a día, puede venirte genial trabajar sobre ello en terapia. No para dejar de tener ilusiones o fantasías —que también son parte de la vida— sino para que no te arrastren cuando no se hacen realidad.
Expertos






Preguntas relacionadas
- Mi marido me evita en la cama y me está afectando emocionalmente, me siento triste y mi autoestima muy baja, he hablado con el de esto muchas veces lo entiende pero no cambia la cosa, estoy pensando en terapia de pareja. Toma medicación para el corazón y la diabetes y el dice que eso le quita las ganas,…
- Hola, creo que resiento un poco a mi madre por que siempre he notado que prefiere a mis hermanas, a mi siempre me pide que las apoye economicamente y soy mala y egoista si no quiero hacerlo. Cuando les doy dinero y comento algo me dice que si no queria no debi haberlo hecho, pero mi madre es la que aveces…
- Tengo más de años y nunca he tenido pareja. Pienso que ya por mi edad ya no tengo oportunidad porque la fertilidad de la mujer empieza a disminuir a esa edad. Pienso que si encuentro a alguien me terminará dejando por eso. Ya no creo que sea apta para ningún hombre, y menos para los hombres de este entorno.…
- Siempre me he sentido fea y siento que ya no puedo vivir así, he tomado terapia unas 5 veces tanto psicológica como psiquiátrica, siento que cada vez me es mas difícil vivir así al punto de que deseo terminar con mi vida porque no veo solución y lloro muchísimo por odiar mi aspecto, he intentado cambiar…
- Dudo y me cuesta creer los halagos que me dicen, esto me lleva a no creerme nada cuando me lo suelen decir externamente y a problemas con mi pareja ya que siento que no lo dice con sinceridad. No me siento bien conmigo misma y eso hace que me compare con chicas totalmente opuestas a mis rasgos y machacarme…
- Hace menos de un año sufrí un aborto a mis 19 años de edad, llevaba varios meses pidiendo una pastilla anticonceptiva a mi médica de cabecera y no me hacía mucho caso. Después de acudir con urgencia a la cita y decirle el asunto me recetó unas pastillas que se llamaban Ella One si no recuerdo mal, sin…
- Tengo 44 años, tengo tanatofobia que no me deja vivir, mi miedo a morir es indescriptible y peor aún el hecho de ver morir a los demás, no creo en nada espiritual y eso es lo que alimenta más mi miedo. Cómo puedo solucionarlo ?
- Hola… Cuando me veo en el espejo, me gusta lo que veo, me siento una mujer guapa, tengo pretendientes, salgo de mi casa y recibo halagos de lo “hermosa” que soy… pero últimamente he tenido pensamientos de inseguridad. Es como si tuviera que verme nuevamente al espejo para ver lo guapa que soy, siento…
- La mayoría del tiempo me siento fea, mi cuerpo si me gusta mucho, pero mi cara no. Aunque la gente me dice que soy guapa, yo no lo acabo de ver, pienso que me lo dicen por cumplir. Si que me gustan mis facciones por separado pero siento que todas juntas no encanjan, no veo la simetría que veo en otras…
- NO ME CONOZCO A pesar de que veo también historias casi similar a la mía pero eso así ahora me siento como mas o menos mal no estoy ni mal ni bien pase por un momento donde sufrí poco bullying me decían diente de cabello pero ya no sufro bueno como ya se vino el coronavirus bueno el uso de la mascarilla…
¿Quieres enviar tu pregunta?
Nuestros expertos han respondido 33 preguntas sobre Baja autoestima
¿Tu caso es similar? Estos profesionales pueden ayudarte:
Todos los contenidos publicados en Doctoralia, especialmente preguntas y respuestas, son de carácter informativo y en ningún caso deben considerarse un sustituto de un asesoramiento médico.