Siempre me he sentido fea y siento que ya no puedo vivir así, he tomado terapia unas 5 veces tanto p

Buenos días,
En primer lugar quería transmitirte que no estás sola. La situación por la que estás pasando es más común de lo que imaginas, existen abordajes terapéuticos efectivos para tu caso. La falta de autoestima debida a la imagen corporal es común y por experiencia te aseguro que la psicoterapia es muy eficaz. Es un trabajo en el que la implicación del paciente es lo más importante, por lo que te animo a que vuelvas a afrontar la terapia con determinación y mente positiva. Mucho ánimo y fuerza. Seguro que conseguirás superar este problema.
Por último te animo a que me contactes si deseas comenzar ayuda con ello.

Hola, siento por el momento tan angustioso que estás pasando. Decirte que "sentirte fea" es un sentimiento complejo que involucra cuestiones de autoestima, autoimagen y comparaciones con los demás. Es comprensible que te sientas frustrada si ya has intentado cambiar y no has visto resultados, especialmente si has buscado tratamiento sin éxito; sin embargo, encontrar el profesional adecuado a veces toma tiempo, y eso es parte del proceso. Es importante tratarte con más amabilidad y reconocer los pequeños avances. Intenta mantenerte en contacto con las personas y no retirarte de reuniones sociales, ya que el aislamiento puede intensificar esos sentimiento. También puede ayudar cambiar el foco atencional hacia tus cualidades y logros que van más allá de la apariencia. Un saludo.

Lamento mucho que estés pasando por esto. Lo que describes suena profundamente doloroso y te afecta en muchas áreas de tu vida. Sentirse atrapado en pensamientos negativos sobre uno mismo es una carga enorme, y esa sensación de frustración y agotamiento puede hacer que todo parezca sin salida.
Es importante reconocer que no estás sola y que puedes recibir apoyo especializado,
entiendo que puedas sentir que ya se ha intentado todo cuando el dolor persiste, especialmente después de haber acudido a terapia varias veces. Sin embargo, tal vez no hayas encontrado aún el tipo de terapia o el terapeuta que mejor se adapte a ti y a tu situación específica.
Puedes cuestionar los pensamientos negativos a través de ejercicios de autocompasión y aceptación. Los pensamientos negativos sobre uno mismo pueden parecer tan reales que se vuelven difíciles de desafiar. Trabajar en desarrollar la autocompasión y la aceptación (a través de prácticas como la meditación de autocompasión o la escritura reflexiva) puede ayudarte a crear un espacio mental donde sea posible verte con menos juicio y más bondad. Aprender a aceptar ciertas partes de ti, aunque no te gusten, puede ser un paso hacia reducir el poder de esos pensamientos.
La evitación y el aislamiento empeoran estos sentimientos. Sé que es sumamente difícil estar cerca de otros cuando no te sientes bien contigo misma, pero tal vez podrías comenzar con reuniones pequeñas o con alguien de confianza. El contacto social, aunque al principio parezca complicado, puede ayudarte a reducir el enfoque en la autoimagen y brindarte algo de alivio y conexión.
Por otro lado, puedes tomar pequeños pasos hacia la aceptación corporal en lugar de intentar cambiar físicamente.
Puede ser tentador hacer muchos cambios físicos para “sentirte mejor”, pero esta estrategia generalmente ofrece alivio temporal y no ataca la raíz de los pensamientos negativos. Trabajar en ejercicios de autoaceptación y en cómo te relacionas con tu cuerpo podría ayudarte más a largo plazo que cambiar la apariencia física. Puedes intentar, por ejemplo, escribir tres cosas que agradeces de tu cuerpo cada día, enfocándote en lo que te permite hacer, más que el aspecto físico.
Recuerda que este sufrimiento no define tu valor como persona ni es todo lo que eres. En este momento puede que no sientas esperanza, pero con el enfoque adecuado y un apoyo adecuado, muchas personas logran encontrar un camino que les permite vivir de una manera más tranquila y feliz. No estás sola en esto, y hay personas capacitadas que pueden ayudarte a atravesarlo y, con el tiempo, a sanar.

Lamento mucho que estés pasando por esto; entiendo lo doloroso que puede ser vivir con esos sentimientos. Has dado pasos valientes al buscar ayuda, y eso ya muestra tu fortaleza. A veces, cuando hemos intentado diferentes terapias sin éxito, puede ser útil explorar enfoques nuevos, como la terapia de aceptación o basada en la compasión, que ayudan a construir una relación más amable contigo misma.

Recuerda que trabajar en la autoestima es un proceso y que no estás sola. Con el acompañamiento adecuado, es posible encontrar alivio y reconstruir la relación que tienes contigo. No te rindas en tu búsqueda de apoyo; estoy aquí para ayudarte en ese camino.

En primer lugar, no estas sola. En segundo lugar, ir al psicólogo es algo que se tiene que hacer de manera más continuada hasta superar "el problema" que te lleva a consulta, y luego puedes espaciar en el tiempo las sesiones, e incluso hacer revisiones 1 vez al año, pero esto llega solo si se ha hecho previamente un trabajo completo, y si con uno no cuaja, pues probar con otro. Por otro lado, se ve que has utilizado herramientas para superar ese malestar, pero estas herramientas no te han funcionado, y si eso no funciona, seguramente sea el momento de probar con otras, como es comenzar el proceso terapéutico para conseguir el bienestar propio.

Hola,
gracias por ser tan valiente y contar algo tan intimo y limitante para ti, que te está haciendo sufrir. Además me gusta tu puntualización de "me siento fea" esto dice mucho de tu trabajo interior y de como te hablabas, en vez de asegurar "soy fea". Ya tienes trabajo hecho por delante y te costará menos quererte, mimarte y amarte.
Si en estos momentos el sentirte así te está haciendo sufrir, como parece por tus palabras, además de limitarte en tus relaciones sociales, sería bueno que busques ayuda, no importa las veces, las que sean necesarias. Cuando aprendemos a andar nos caemos muchas veces y nos levantamos, y gracias a eso aprendemos.
Un abrazo

Respuesta:
Siento mucho que estés atravesando este dolor, y es importante que sepas que no estás sola. Sentir que tu aspecto físico define tu valor puede ser una carga muy pesada, especialmente cuando este malestar afecta tu vida diaria y tus relaciones sociales. Aunque ya has intentado terapia anteriormente, te animo a no rendirte. A veces, encontrar el enfoque terapéutico adecuado lleva tiempo, pero hay tratamientos efectivos que pueden ayudarte a trabajar en la relación con tu autoimagen, como la terapia cognitivo-conductual o terapias especializadas en autoestima y trastornos de la imagen corporal. Te recomendaría buscar nuevamente apoyo psicológico, esta vez con un enfoque en la exploración de estas emociones profundas. Además, si los pensamientos de terminar con tu vida persisten, es crucial que busques ayuda inmediata, ya sea contactando con un profesional o con líneas de apoyo emocional. Hay soluciones, y con el tratamiento adecuado puedes encontrar un camino hacia una vida más plena y una relación más compasiva contigo misma.

Lamento mucho lo que estás experimentando. La percepción negativa de uno mismo, especialmente cuando afecta tantos aspectos de la vida, puede estar relacionada con distorsiones cognitivas que es importante abordar en terapia. Si ya has probado varias veces sin encontrar mejoría, tal vez sea útil revisar el enfoque terapéutico y explorar otras herramientas o técnicas. Es fundamental seguir con el acompañamiento profesional para poder trabajar estas emociones y mejorar tu bienestar.

Hola. Por lo que comentas, habría que ver el tipo de abordaje terapéutico que ya hiciste tanto a nivel psicológico como psiquiátrico. Como tú bien dices es una sensación que tienes en ti, ya no es sólo un pensamiento. A veces esa sensación se extiende y se convierte en un estado de ánimo que te acompaña y te desgasta. Hay formas de abordar esas sensaciones, de aprender a resistirlas o combatirlas. Es todo un proceso que lleva algo de tiempo y que debería estar acompañado por un especialista en dismorfia corporal, porque es algo más profundo que la autoestima. Pero suele haber mejoría. Espero que te haya sido útil mi comentario. Mucha fuerza.

Acudir a terapia hasta que te encuentres cómoda en la misma, piensa que si 5 diferentes no te convencieron, quizás los cambios tienen que venir más de ti.

Buenas tardes,

Siento leer que lleves tanto tiempo sintiendo ese malestar, no debe ser fácil. La percepción que tenemos sobre nosotros mismos está en la base de nuestra felicidad y digo percepción porque de eso se trata. Cada uno se percibe a si mismo en función a la realidad que ve y que juzga derivada de sus creencias y esquemas desarrollados a lo largo de su vida. Cada persona tiene unas gafas diferentes a través de las cuales se percibe a si mismo, a los demás y al mundo. Cuando el cristal de mis gafas no es amable, no me permite ser compasivo y amoroso, sufro.
En este caso, no se trata de cambiarte a ti mismx, se trata de aceptar lo que es y para eso, hay un camino que tengo que estar dispuestx a recorrer y que según lo que indicas, te vendría bien hacerlo acompañadx de un profesional.

Yo estoy dispuesta a recorrer el camino juntxs, entiendo que no sea sencillo retomar la terapia pero encontrar al psicólogx adecuado y con el que nos sintamos cómodxs, lleva su tiempo y es a base de prueba y error.

Ánimo, estás en el camino,
Te mando un abrazo,
Laura

Estimada consultante,

muchas gracias por tu pregunta. Lamento que te encuentres en esa situación sin duda desagradable. La forma en la que nos percibimos a nosotros mismos afecta directamente a nuestra vida, y al ser una interpretación de nuestra propia realidad es difícil de entender y "domar". Creo que en tu caso sería importante entender, de forma personalizada, el origen de esas creencias y pensamientos para poder ayudarte. Te animo a contactar conmigo para una primera valoración para delimitar el problema (gratuita) que nos permitiría entender mejor el porqué del problema.

Un afectuoso saludo,

José González Martínez

Hola!! Si lo que has intentado hacer continuamente es cambiar tu aspecto de forma que te agrade más y, aunque a veces te ha funcionado temporalmente has vuelto al punto de salida, evidentemente ese no es el camino para solucionar tu problema. Igual hay que ver el motivo por el cual no te gustas y buscar una solución que te ayude a aceptarte, no a cambiarte.

Siento mucho el sufrimiento que estás atravesando. Lo que describes no es una simple preocupación por el aspecto, sino un dolor emocional muy profundo que está afectando tu día a día y que merece atención especializada.

En mi experiencia, este tipo de dificultad no se resuelve únicamente intentando cambiar lo que ves en el espejo, sino aprendiendo a relacionarte de otra manera con tus pensamientos y emociones. Desde la Terapia de Aceptación y Compromiso, el trabajo se centra en dejar de luchar contra lo que sentimos, para invertir esa energía en construir una vida valiosa y coherente con lo que realmente importa para ti, incluso cuando el malestar está presente.

Sé que, después de varios intentos, puede surgir la desesperanza. Sin embargo, con un acompañamiento adecuado y constante, es posible salir de este círculo, reducir el impacto que estos pensamientos tienen en tu vida y recuperar el contacto con actividades, personas y experiencias que te nutran.

Si ahora mismo sientes que podrías hacerte daño, por favor busca ayuda de inmediato: llama al 112, acude a urgencias o contacta con la línea 024 (atención a la conducta suicida, disponible 24 horas en España). No estás sola en esto: con el acompañamiento adecuado, es posible reducir el sufrimiento, mejorar la relación con tu cuerpo y recuperar tu bienestar. Te animo a buscar un espacio terapéutico seguro y constante donde trabajar estos pensamientos y emociones.

Gracias por confiar en mí para compartir algo tan profundo. Lo que estás viviendo es un dolor real, no una exageración. Sentirse atrapada en una imagen negativa de uno mismo, especialmente cuando ya has intentado buscar ayuda, puede generar una desesperanza muy intensa. Pero quiero que sepas algo con total claridad: **esto tiene salida**, y tú no estás sola.

Tu sufrimiento no es por vanidad ni superficialidad. Es el reflejo de una herida emocional que ha ido creciendo con el tiempo, probablemente alimentada por experiencias de rechazo, críticas, comparaciones o falta de validación. El odio hacia tu aspecto no es el problema en sí, sino **el síntoma de un dolor más profundo**: el de no sentirte suficiente, el de no reconocerte con amor, el de no poder verte como realmente eres.

### ¿Qué puedes hacer?

**1. No te culpes por recaer**
Las recaídas no significan que hayas fallado. Son parte del proceso. El hecho de que lo hayas intentado ya varias veces habla de tu fuerza, no de tu debilidad.

**2. Busca una terapia especializada en imagen corporal y trauma**
No todas las terapias son iguales. En tu caso, puede ayudarte mucho un enfoque como la **terapia basada en la compasión**, **EMDR** (para reprocesar experiencias traumáticas), o **terapia de esquemas**, que trabaja las creencias profundas sobre uno mismo.

**3. Trabaja la relación contigo misma más allá del aspecto físico**
Tu valor no está en cómo te ves, sino en cómo te tratas. Aprender a hablarte con respeto, a cuidarte sin exigencia, a darte espacio para sentir sin juzgarte, es parte de la sanación.

**4. Evita el aislamiento, aunque sea difícil**
Alejarte de los demás por sentirte fea solo refuerza la idea de que no mereces estar cerca. Intenta mantener vínculos que te hagan sentir vista por lo que eres, no por cómo te ves.

**5. Considera revisar tu tratamiento psiquiátrico**
Si ya has tomado medicación pero no ha funcionado, puede que necesites ajustar el enfoque. A veces, el tratamiento adecuado tarda en encontrarse, pero **existe**.

**6. No te calles el deseo de desaparecer**
Ese pensamiento no te define, pero sí necesita atención urgente. Hablarlo con un profesional, sin miedo ni vergüenza, puede salvarte. No estás sola, y no tienes que cargar con esto en silencio.

Tu vida tiene valor. Tu dolor merece ser atendido con respeto, no con juicio. Y aunque ahora todo parezca oscuro, **hay luz más adelante**. No porque lo diga yo, sino porque miles de personas han estado donde tú estás… y han salido.

Si te parece bien te ofrezco una consulta psicológica online gratuita y hablamos con más detenimiento de lo que te ocurre.

En primer lugar, siento muchísimo que estés pasando por una situación tan dolorosa. Lo que describes no es “superficial” ni un simple problema de apariencia: es un sufrimiento real, profundo y que merece ser atendido con mucho cuidado.

Vivimos en una sociedad donde el cuerpo y la belleza se han convertido casi en una moneda de valor. Esto genera una presión enorme y constante para “corregir” cualquier aspecto que se salga de un ideal imposible. No es extraño que termines creyendo que tu valor depende únicamente de cómo luces, sobre todo si has vivido comentarios, experiencias o comparaciones que han reforzado esa idea.

Sin embargo, esto no significa que el problema esté “dentro de ti” únicamente.
Hay factores sociales, emocionales y aprendizajes de tu historia de vida que es necesario evaluar con cuidado. El hecho de que los cambios físicos solo te alivien por un tiempo y luego vuelvas a sentirte igual es un indicador importante: lo que está sufriendo no es tu cuerpo, sino tu relación con él.

Sin embargo, todas las personas tenemos el derecho a ser tratadas con dignidad y respeto, independientemente de nuestro aspecto o de cualquier característica que la sociedad decida exagerar o cuestionar en cada época. Tu valor no se agota en cómo te ves.

Estoy segura de que tienes muchísimas cualidades que te hacen una persona única y valiosa. Una de ellas es tu enorme tenacidad: pese al dolor, has buscado ayuda, has insistido y has intentado encontrar una salida. Ese esfuerzo habla de una fuerza interior que quizá hoy no ves, pero que está ahí, sosteniéndote

Mi recomendación es que, aunque estés cansada, no cierres la puerta a retomar un proceso terapéutico, pero esta vez con un enfoque claro en:

Autoestima y regulación emocional desde una perspectiva integral, no centrada en “arreglar” tu aspecto.
Imagen corporal, que requiere un tipo de trabajo terapéutico específico.
Revisión de tus experiencias de vida que han podido herir tu autoconcepto.
Identificación de pensamientos automáticos, comparaciones, autocrítica y dinámicas internas que mantienen el malestar.
Construcción de una relación más compasiva contigo misma y con tu cuerpo.

Mencionas que has tenido ideas de terminar con tu vida, y quiero decirte con mucha claridad que eso necesita atención inmediata. Si vuelves a sentirte en riesgo, por favor contacta con urgencias, con un servicio de intervención en crisis o con alguien de confianza que pueda acompañarte.

Hay salida, y no pasa por transformar tu cuerpo, sino por sanar la mirada con la que te miras. Y eso sí se puede trabajar, aunque hoy se sienta imposible.

Estoy aquí para apoyarte.

Querida paciente:
Lamento profundamente la situación que estás atravesando. La terapia psicológica puede ayudarte a reconectar con tu valía personal intrínseca y a reconfigurar los pensamientos que estás sosteniendo en este momento, de manera que se vuelvan más amables y funcionales. Este proceso puede facilitar que recuperes la sensación de agencia sobre tu vida y tus decisiones.

Espero que puedas encontrar un/a profesional adecuado/a que te acompañe y te brinde el soporte necesario para transitar este periodo. Un abrazo fuerte.