Trastorno de conducta

Entiendo que esté pasando por malos momentos y eso haga que se desborde y no sepa gestionar lo que le ocurre. En estos momentos sería importante poder visitar a un psicólogo para determinar que ayuda necesita y trabajar en ello. Según su estado de ánimo y la frecuencia de consumo de drogas también seria bueno visitar al psiquiatra. Es importante ver hasta que punto necesitará ayuda psicológica y farmacológica.

Buenos Días. Parece que su hija esta desarrollando una conducta impulsiva que afecta a diversas áreas, consumo, sexo etc. Cuando una persona experimenta un cambio tan significativo en su conducta es un indicador de que no se encuentra bien. Hable con ella sin juzgarle, desde la preocupación, describa cómo la ve a nivel emocional, y ofrezcase a acompañarle a un terapeuta. Cuentele que un psicólogo le ayudará a tener herramientas para sentirse mejor, para volver a ser ella y para liberar esas rabia que tiene. Es probable que haya sufrido mucho y ese dolor acumulado sólo lo sepa expresar en forma de rabia y de conductas dañinas. Busque un terapeuta cognitivo conductual y con formación en EMDR. Le ayudará. Pregunte sin compromiso. Un saludo

Comprendo perfectamente su desesperación viendo el cambio y el sufrimiento de su hija. En estos casos es fundamental acudir a un especialista en psicología que pueda ayudarla a ella y al entorno familiar para saber cómo gestionar esta situación y buscarle una solución.. Es importante que acudan a un psicólogo que aborde la terapia de una manera integracionista, para poder llegar a la causa del problema de su hija, y así poder resolverlo. Deseo que encuentre una solución eficaz. Mucho ánimo. Un abrazo.

Como primera medida, le sugeriría que considere acudir a un psicólogo, al objeto de analizar posibles causas que estén influyendo en el cambio comportamental. Es fundamental que ella, por su parte, esté motivada para ello, en caso contrario la terapia psicológica sería más dificultosa, aunque no imposible. Saludos.

Sugiérale que por qué no ir a alguien externo a pedir ayuda ya que probablemente con los padres sea mas difícil entenderse. Trate de convencerla, creo que es importante acudir a un especialista antes de que se pueda complicar. Puede haber sufrido alguna situación traumática que le esté afectando y estoy de acuerdo en buscar terapia EMDR

Buenas tardes
Si, tal como comentan mis compañeros; busque ayuda profesional; tan necesario ahora que son momentos difíciles por los que como madre está atravesando.
Necesita tomar de alguna manera decisiones, de cómo puede ser de ayuda a su hija, y con el apoyo del psicólogo su apoyo sea eficaz.
Adelante. Un saludo. Elisa

Pedir cita en un psicólogo primero para usted para poder expresar exactamente todos los cambios que esta observando y hacer un análisis de la situación para poder enfocar la intervención, para poder ayudar a su hija sin que rechace la ayuda de un profesional tiene que estar bien planificado.

De acuerdo con mis compañeros en que lo apropiado es que pudiera trabajar con un psicólogo para gestionar mejor sus problemas y las posibles causas. Es importante que ella acepte que existe algún problema en su vida para que la terapia sea eficaz, pero puede ser recomendable no hacer referencia a ninguno en concreto, simplemente expresarle su preocupación y su ayuda, y que sea ella quien decida qué quiere trabajar, al fin y al cabo tiene 21 años, y equivocada o no, debe tomar sus propias decisiones.
Un saludo

Buenos días, puede que haya ocurrido algún hecho grave, sea recientemente o en el pasado, cuyas consecuencias se están manisfestando ahora. También, por la edad, hay que destacar que no sea el inicio de un trastorno más importante.
Como dicen los colegas, es imprescindible que consulte a un psicólogo. Saludos.

Encantada de conocerla, Sugeriría que lo primero Sería proponerle ir a terapia ella y si esto no fuese posible la otra opción sería que usted pudiese algún tipo de terapia sistémica o de constelaciones familiares que pudiera provocar un cambio en usted que en algún momento llevase a un cambio en ella. Un asería proponerle ir a terapia ella y si esto no fuese posible la otra opción sería que usted pudiese algún tipo de terapia sistémica o de constelaciones familiares que pudiera provocar un cambio en usted que en algún momento llevase a un cambio en ella. Espero que le pueda servir y que la situación mejore. Un abrazo!

Hola,
¿ella quiere hacer algo al respecto?
Si ella lo está pasando mal y quiere ayuda anímala a que busque acompañamiento, alguien con quien se sienta cómoda y pueda abrirse y aprender a gestionar lo que le está pasando.
Si ella no quiere o aún no se da cuenta, puedes buscar ayuda para ti, para poder estar más centrado/a, tranquilo/a. Para ser un pilar para ella, una persona en la que se pueda apoyar. Y para que la situación no te desborde a ti y puedas vivirla con el máximo de serenidad.
Un abrazo

Si está experimentando muchos cambios en su vida fuertes y malas experiencias, si está cayendo en agresividad, rabia y llanto y está afectando su desempeño en la universidad mi opinión es que necesita un profesional que la ayude.

Cuando un pollito empieza a volar y se encuentra que en el aire hay mucha perturbación tiene que aprender a volar, escoger con quien más vuela y colocarse en las mejores corrientes de aire.

El ambiente está lleno de pensamientos negativos y destructivos que llevan a malas emociones y sentimientos que están relacionadas con comportamientos negativos. Pero eso se puede neutralizar y revertir, simplemente tiene que aprender cómo hacerlo.

Lo primero es intentar comprender y entender que le está pasando a su hija, segundo que intente extrapolar tas las frustraciones y desmotivaciones que en la actualidad está teniendo y no intentar que se repliegue en sí misma creando mecanismos de defensa y tercero le recomiendo acudir inmediatamente a un profesional para que la oriente e intervenga en una terapia, ya que su hija por lo que cuenta está totalmente desorientada y necesita ayuda externa.

Buenos días. Comprendo tu preocupación pero la etapa de la adolescencia implica muchos cambios, así como, nuevos descubrimientos. Si ella lo considera como una dificultad lo que está viviendo podrías recomendarle ir a terapia para el manejo de la agresividad, la rabia y el tema de adicciones. Pero si ella no lo considera sería bueno que tú aprendieras a manejar esta situación de forma menos angustiosa. Por lo que te recomendaría buscar tú ayuda de un psicólogo. Un abrazo.

Buenos días. Conserve la serenidad con su hija, la desesperación, cierra puertas y salidas. Ya ha dado el primer paso para solucionar la situación: pedir ayuda. Conecte con ella, escúchela, sin criticarla y juzgarla, muéstrele su apoyo porque los conflictos por los que haya pasado o esté pasando los está manifestando de una forma dañina para sí misma. Que ella se de cuenta de ello y de la necesidad de encontrar un profesional, con el que se sienta a gusto para aprender a gestionar su vida de una forma equilibrada y sana.
Psicología cognitivo conductual le recomiendo. Deseo que inicie pronto un cambio a una vida más satisfactoria.

De acuerdo con las aportaciones de mis compañeros, la ayuda especializada de un psiquiatra unida a una terapia psicológica como el EMDR es una buena vía de solución. Lo primero es entablar una buena comunicación y sin juzgarla que se de cuenta que necesita ayuda. además tambien seria recomendable que usted consultara con un especialista que le dará las pautas para apoyar y cooperar en su proceso.
Un saludo.

Buenos días Sra, la situación de su hija se está repitiendo hoy en día en numerosos hogares, pero podría ser una oportunidad para clarificar y sanar emociones que quizás vienen de algún acontecimiento pasado o simplemente por la influencia de su entorno y las drogas. A veces las personas necesitamos entrar en lo más oscuro para empezar a ver algo de claridad, y quizás sería recomendable en un momento de tranquilidad, dejar que su hija exprese lo que siente sin enjuiciarla, respetando su espacio y sin tener miedo a que diga todo lo que le está pasando. Sería necesario primero una intervención psicológica familiar para valorar el caso, y a mi entender si hay voluntad de todas las partes, la familia podría ser el mejor apoyo para que la intervención psicológica con su hija llegue a buen término. Un saludo y mucho ánimo para solucionar la situación.

Lo primero es evaluar si estos cambios de comportamiento y de personalidad son vividos con malestar por su hija. En ese caso es más fácil que acceda a recibir ayuda externa. Además de su familia para contenerla, es aquí importante la figura de un/a psicólogo/a.
Es posible que para abordar esta crisis sea necesaria la cooperación de su familia. Probablemente haciendo sesiones conjuntas.
Indistintamente, tanto si su hija accede a ir a un profesional como si no, es conveniente que usted pida una cita con un profesional que le inspire confianza y busque los recursos para ayudar a su hija y también para vivir la situación con más calma. Es posible que haya que modificar dinámicas que se dan en la casa para poder mejorar la convivencia.
Saludos

Por lo que dices tu hija está pasando por malos momentos y también está consumiendo drogas. Entiendo tu preocupación y te recomendaría consultar con un psicólogo/a. Lo primero sería saber si ella siente que su conducta le está causando malestar y si accede a recibir ayuda y consultar a un profesional. En caso de que no sea así, tal vez podrías valorar la posibilidad de visitar tú a un psicólogo/a que pueda orientarte a la hora de gestionar la situación. Un abrazo.

Sencillo: hablar con ella.

Su hija ahora mismo de usted lo que necesita es comprensión. Entiendo su preocupación. Usted la puede ayudar con su confianza y apoyo pero es un profesional quien puede darle una solución al problema.

Gracias por tu valentía al compartir esto. Lo que estás viviendo como madre es profundamente doloroso, y tu preocupación es legítima. Tu hija está atravesando una etapa de desregulación emocional intensa, con conductas de riesgo que afectan su salud física, mental y su entorno familiar. Y aunque ahora parezca que todo se desmorona, **sí hay caminos para intervenir, acompañar y ayudarla a reconstruirse**.

### ¿Qué está ocurriendo?

Tu hija está mostrando señales claras de sufrimiento emocional: consumo de sustancias, conductas sexuales impulsivas, cambios bruscos de ánimo, aislamiento, agresividad. Todo esto puede ser expresión de:

- Un trauma no verbalizado (como la mala experiencia sexual que mencionas)
- Un vacío afectivo o existencial que intenta llenar con estímulos extremos
- Una crisis de identidad o de sentido
- Una posible alteración psicológica que requiere evaluación profesional

No es rebeldía. No es “mala conducta”. Es **una forma de gritar que algo dentro de ella está roto o desbordado**.

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### ¿Qué puedes hacer como madre?

**1. No la enfrentes desde el juicio, háblale desde el dolor compartido**
Evita frases como “¿por qué haces esto?” o “nos estás destruyendo”. En su lugar, puedes decir:
_"Estoy viendo que estás sufriendo, y eso me duele profundamente. No quiero controlarte, quiero ayudarte a entender lo que te está pasando."_

**2. Busca ayuda profesional especializada en jóvenes y adicciones**
No basta con hablar en casa. Necesita un espacio terapéutico donde pueda explorar su historia, sus emociones y sus decisiones sin sentirse atacada.

**3. No la dejes sola, pero tampoco la invadas**
Acompañarla no significa vigilarla. Significa estar disponible, mostrarle que puede confiar en ti, y **crear un entorno seguro donde no tenga que fingir que está bien**.

**4. Protege tu salud emocional y la del resto de la familia**
El dolor de una hija puede arrastrar a todos. Busca apoyo tú también: terapia familiar, grupos de madres, espacios donde puedas expresar tu angustia sin cargarla sola.

**5. Establece límites claros sin romper el vínculo**
Si hay conductas que ponen en riesgo su vida o la de otros, es necesario marcar límites. Pero siempre desde el amor, no desde el castigo.

**6. Ayúdala a reconstruir su autoestima**
No le recuerdes lo que era antes (“eras tan buena, tan estudiosa”), porque eso puede hacerla sentir más rota. En cambio, ayúdala a ver que **aún tiene fuerza, aún puede elegir, aún puede sanar**.

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Tu hija no está perdida. Está herida. Y tú, con tu amor firme y tu decisión de buscar ayuda, **puedes ser el punto de partida para su recuperación**.

Si te parece bien te ofrezco una consulta psicológica online gratuita y hablamos con más detenimiento de lo que te ocurre.

Gracias por compartir algo tan delicado; se nota el dolor y la desesperación con la que estás intentando proteger a tu hija. Lo que cuentas —ese cambio brusco de comportamiento, los excesos, la impulsividad y las emociones desbordadas— no son signos de simple “rebeldía”, sino de un sufrimiento emocional profundo que está buscando salida de forma descontrolada. Es un momento crítico, pero todavía hay mucho que se puede hacer si se actúa con calma, cercanía y la ayuda profesional adecuada.

Desde una mirada cognitivo-sistémica, cuando una persona joven pasa de la estabilidad a la autodestrucción o a conductas de riesgo, casi siempre hay un malestar interno no expresado: dolor, vacío, decepción, trauma o pérdida de sentido. A veces algo ha sucedido —una experiencia traumática, una relación dañina, un sentimiento de fracaso o rechazo— y el consumo, la sexualidad impulsiva o la agresividad aparecen como formas de anestesiar o canalizar emociones imposibles de sostener. Por eso, lo más urgente no es juzgar sus actos, sino entender qué está intentando aliviar o escapar con ellos.

Tu papel ahora es mantenerte como un punto de calma y seguridad, aunque por dentro sientas miedo. Evita discutir, castigar o exigir explicaciones; eso solo alimentará su culpa y la distancia. Dile, con serenidad, que estás preocupada y que quieres ayudarla a sentirse mejor, no a controlarla. Escuchar sin interrogar, ofrecer presencia sin invadir, y mostrarle que tu prioridad es su bienestar emocional, no la apariencia o el rendimiento, es la base sobre la que podrá aceptar ayuda.

Es fundamental que acuda cuanto antes a un profesional de salud mental. Lo ideal sería un psicólogo clínico o sanitario especializado en jóvenes y en conductas adictivas o traumáticas, o bien acudir al centro de salud mental público de tu zona, donde pueden hacer una valoración global y, si es necesario, derivarla a psiquiatría para descartar depresión, trauma o un trastorno del control de impulsos. Si el consumo de sustancias es frecuente, también podéis contactar con un centro de atención a drogodependencias (CAD o CAID), donde se trabaja de forma integral.

Mientras tanto, intenta mantener el contacto sin rupturas: aunque se muestre distante o agresiva, saber que puede volver a ti sin ser juzgada será su mayor ancla. Si en algún momento la ves en peligro real —consumo grave, conductas autolesivas o relaciones con personas que puedan dañarla—, acude a urgencias o pide apoyo inmediato en los servicios de emergencia o de salud mental de tu zona.

Este tipo de crisis puede reconducirse. Con un acompañamiento adecuado, tu hija puede entender lo que está detrás de su comportamiento y recuperar equilibrio. Lo que más la ayudará ahora es tu presencia constante, tranquila y firme, y el paso decidido de buscar ayuda profesional sin esperar a que la situación empeore. Estás haciendo lo correcto al buscar orientación: no estás sola en esto, y con apoyo se puede salir adelante