Hola. Tengo un historial largo de trauma, pero el que más me incapacita es el de mi infancia. De peq

Hola! Qué difícil crecer con una madre ausente... Veo, por lo que escribes, que tienes ya un gran trabajo realizado, con tus heridas de la infancia identificadas y siendo consciente de cómo afectan a tu vida a día de hoy. El siguiente paso sería profundizar en esas heridas, realizar un trabajo de introspección para poder cerrar aquello que quedó abierto, no solucionado. Cuando tus necesidades no son cubiertas durante la infancia, la adulta en la que te has convertido necesita satisfacerlas, abrazar a tu Yo Niña y ofrecerle la seguridad que no tuvo entonces. Creo que una terapia humanista, centrada en las emociones y necesidades que quedaron desantendidas cuando eras niña, sería lo más beneficioso para ti ahora mismo, para seguir este camino de crecimiento que tan valientemente has comenzado. Ánimo!!

Hola! podrías consultar con un psiquiatra para el tema de la medicación. A mi con lo que me cuentas se me ocurre la posibilidad de que hables con alguien que sepa de autismo. Yo soy experta y me ha hecho pensar en el trabajo que hacemos para el reconocimiento emocional y su regulación por lo que a lo mejor te sería útil.

Entiendo lo que describes y es importante reconocer lo difícil que es enfrentar esas heridas emocionales de la infancia. La terapia EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares) podría resultarte útil, ya que está diseñada para procesar traumas pasados y ayudar a regular las emociones. Trabaja directamente con las experiencias dolorosas, permitiendo que el cerebro las reorganice de manera más adaptativa, promoviendo la curación emocional.

En primer lugar, muchas gracias por compartir tu testimonio.
Teniendo en cuenta lo que comentas, tanto sobre tu historia como la necesidad de sanar las experiencias vividas, la terapia EMDR es un enfoque terapéutico ideal para este tipo de situaciones. Pues se trata de trabajar desde el origen el impacto vital de las experiencias de trauma experimentadas, reduciendo no sólo la sintomatología presente, sino también la huella emocional provocada por estas experiencias. Es un enfoque terapéutico avalado científicamente con resultados excelentes. Te recomiendo buscar terapeutas especializadas en EMDR. A su vez, si la terapeuta con la que contactas tiene formación en Terapia Sistémica, puede ser una combinación estupenda, ya que la Terapia Sistémica aborda de forma muy efectiva las situaciones relacionales-familiares que se producen en el desarrollo evolutivo de la persona. Ninguna de los dos enfoque son incompatibles con la medicación, pero te sugiero probar con éstos enfoques para que puedas valorar la necesidad de incorporar medicación, que puede ser necesaria (o no) según se valore en la evaluación con la especialista.
Espero que todo vaya muy bien, un fuerte abrazo!

Hola, la terapia EMDR es un abordaje centrado en resolver/sanar las experiencias estresantes o traumáticas de nuestra vida.
Si has tenido en tu historia de vida ausencia de aprendizaje sobre la regulación emocional, ese aprendizaje el cerebro lo almacena y cuando en el presente nos encontramos con esas mismas emociones, se activa el mecanismo aprendido de cómo regular las emociones, es decir, en este caso, ausencia de regular.
Esta terapia te puede ayudar a deshacer esos nudos emocionales conectando con lo que faltó en ese momento.

Si necesitas más información en la página web: asociación EMDR España, te viene información sobre este abordaje.

Con respecto a la medicación, dependiendo de los síntomas y cómo estos interfieran en tu presente, puede ser buena opción

Hola, gracias por compartir tu experiencia. Es comprensible que, tras un historial de trauma infantil, sientas dificultades para identificar y regular tus emociones. La ausencia de una figura materna estable en la infancia puede impactar en el desarrollo emocional, y es completamente válido que busques formas de sanar esas heridas.

¿Qué tipo de terapia podría ayudarte?
Dado lo que mencionas, podrías beneficiarte de enfoques terapéuticos centrados en la regulación emocional y el trabajo con el trauma. Algunas opciones que podrían ser útiles incluyen:

Terapia de EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares): Es una terapia diseñada específicamente para tratar traumas y ayudar a procesar recuerdos dolorosos de la infancia, reduciendo su impacto emocional.

Terapia basada en la Teoría del Apego: Puede ayudarte a trabajar la relación con tus emociones y la necesidad de validación externa, fortaleciendo tu seguridad emocional desde dentro.

Terapia de Reprocesamiento del Niño Interior: Este enfoque permite conectar con la parte de ti que quedó vulnerable en la infancia y darle el cuidado emocional que no recibió.

Terapia Somática o Focalizada en el Cuerpo: Si mindfulness te desregula en momentos de crisis, una terapia que trabaje la conexión cuerpo-mente de manera más pausada podría ayudarte a gestionar mejor la activación emocional.

¿Es necesaria la medicación?
La medicación puede ser útil si los niveles de ansiedad, disociación o desregulación emocional son muy intensos y afectan tu vida diaria. Sin embargo, esto dependería de una evaluación psiquiátrica para valorar si sería beneficiosa en tu caso.

Es importante recordar que la sanación emocional no es un camino lineal. Estás haciendo un gran trabajo al buscar ayuda y reflexionar sobre tu proceso. Con el enfoque adecuado, es posible desarrollar herramientas que te ayuden a sentirte más en control y en paz contigo misma.

Si necesitas orientación para encontrar el mejor tratamiento para ti, estaré encantada de ayudarte. Un saludo.

Gracias por compartir tu historia, y lamento mucho que hayas tenido que atravesar una infancia tan difícil. Es comprensible que, después de experiencias tan dolorosas, te cueste conectar con tus emociones de manera saludable. La infancia es una etapa crucial para el desarrollo emocional, y cuando hay traumas no resueltos, es natural que estas heridas se manifiesten en la vida adulta de formas complejas. Tu deseo de sanar y regularte es muy válido, y hay varias maneras de abordarlo.

Terapias que podrían ser útiles para sanar las heridas de tu niña interior:
Terapia de Integración del Niño Interior: Esta terapia está centrada específicamente en sanar las heridas emocionales que quedaron de tu infancia. La idea es hacer consciente al adulto de las necesidades no satisfechas y emociones reprimidas de la infancia. En este tipo de terapia, se busca conectar con esa parte de ti misma que quedó atrapada en el pasado y brindarle lo que no recibiste en su momento, como validación, amor y cuidado. Esta terapia puede ayudarte a sentirte más conectada con tus emociones y ser capaz de expresarlas de una manera más saludable.

Terapia Gestalt: La terapia Gestalt pone un fuerte énfasis en el aquí y el ahora, ayudando a la persona a tomar conciencia de sus emociones en tiempo real. En tu caso, esta terapia podría ser útil para identificar y procesar las emociones que surgen de manera más inmediata, enseñándote a estar presente con lo que sientes, en lugar de reprimir o desconectar tus emociones. También se centra en el desarrollo de la autorregulación emocional y la resolución de los conflictos internos.

Terapia Dialéctico-Conductual (TDC): La TDC, desarrollada por Marsha Linehan, está diseñada específicamente para ayudar a las personas a gestionar emociones intensas y mejorar la regulación emocional. Se ha utilizado con éxito para tratar problemas relacionados con la emocionalidad desbordante, como los que describes. La TDC enseña habilidades prácticas de mindfulness, tolerancia a la angustia, regulación emocional y efectividad interpersonal. Aunque mencionaste que mindfulness te desregula, la TDC lo utiliza de manera más estructurada, por lo que puede ser una buena opción para ti.

Terapia Focalizada en las Emociones (TFE): Esta terapia se centra en identificar, explorar y procesar las emociones subyacentes que están relacionadas con experiencias pasadas y presentes. La TFE puede ser especialmente útil para comprender cómo las experiencias de tu infancia están influyendo en tus reacciones emocionales actuales y ayudarte a aprender nuevas formas de responder emocionalmente de una manera más adaptativa.

Sobre la medicación:
La medicación podría ser útil si estás experimentando síntomas severos de ansiedad, depresión u otros trastornos emocionales que interfieren en tu vida diaria. No todas las personas necesitan medicación, y muchas veces la combinación de terapia y medicación puede ser más efectiva. Dado que mencionas dificultades para regularte y conectar con tus emociones, si la ansiedad o la depresión están influyendo significativamente en tu bienestar, sería adecuado discutir con tu terapeuta o un psiquiatra si la medicación podría ser una opción para ti. La medicación puede ser útil para estabilizar los estados emocionales extremos y proporcionarte la base necesaria para abordar el trabajo terapéutico más profundo.

Sugerencias adicionales:
Practicar auto-compasión: Es fundamental que trabajes en la autocompasión y te permitas sentir sin juzgarte. Reconocer que tus emociones son válidas es un paso importante, pero también es esencial que te trates con amabilidad. El proceso de sanar de un trauma infantil puede ser largo, pero lo más importante es ser paciente contigo misma y no castigarte por las reacciones emocionales que surgen.

Conectar con tu pareja: Aunque tu pareja te puede ofrecer apoyo, también es importante que ambos estén en la misma página sobre cómo manejar estas situaciones. Hablar sobre tus emociones y necesidades, y trabajar juntos para crear un espacio seguro donde puedas expresar lo que sientes, puede ser muy beneficioso.

El camino hacia la curación emocional es un proceso que puede tomar tiempo, pero con el enfoque adecuado y el apoyo terapéutico, es posible sanar las heridas del pasado y aprender a regular tus emociones de una manera más equilibrada.

Si decides continuar con terapia o probar otras opciones, te animo a que consultes con un terapeuta especializado en las técnicas mencionadas para que puedas encontrar el enfoque que mejor se adapte a ti. Si deseas, puedo ayudarte a buscar un profesional en tu área.

PSYAMM.

Hola, antes que nada, quiero agradecerte por compartir tu historia con tanta honestidad. Lo que describes tiene mucho sentido: cuando no hemos tenido una figura que nos ayude a regularnos en la infancia, aprendemos a hacerlo solas como podemos, y muchas veces eso implica esconder las emociones hasta que se hacen insoportables y explotan. No es algo que elijas hacer conscientemente, sino un mecanismo que se creó en un contexto en el que necesitabas protegerte.

Por lo que cuentas, has trabajado mucho en comprender tu historia y validar tus emociones, lo cual es un paso enorme. Sin embargo, como mencionas, la terapia cognitivo-conductual te ha ayudado a nivel cognitivo, pero sientes que aún necesitas algo más para regular tus emociones en los momentos de crisis. Y aquí es donde EMDR puede ser una opción muy valiosa.

EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares) es una terapia diseñada específicamente para trabajar con traumas, ayudando al cerebro a procesar experiencias difíciles que quedaron "atascadas". No solo se centra en entender lo que pasó, sino en transformar la manera en que tu cuerpo y mente reaccionan ante esos recuerdos y patrones emocionales. Puede ayudarte a conectar con tu niña interior de una manera más profunda y sanar esas heridas sin que la desregulación te sobrepase.

Además, en el trabajo con traumas de la infancia, también integramos técnicas de regulación emocional y autoapego para fortalecer esa parte de ti que no recibió la calma y validación que necesitaba. Es un proceso muy diferente al mindfulness, que a veces puede ser difícil cuando hay trauma no procesado, porque el cuerpo todavía está en estado de alerta.

Sobre la medicación, eso es algo que podrías valorar con un psiquiatra si sientes que la desregulación es muy intensa y te impide avanzar, pero en muchos casos, cuando se trabaja el trauma con las herramientas adecuadas, la necesidad de medicación disminuye o incluso desaparece. Lo importante es que sientas que tienes opciones y que tu bienestar no depende solo de una única vía.

Si quieres explorar cómo EMDR puede ayudarte en tu caso específico, estaré encantada de acompañarte en este proceso. No tienes por qué atravesarlo sola, y hay herramientas que pueden hacer que todo esto sea más llevadero y transformador para ti.

Un abrazo, Vanessa

Gracias por compartir tan abiertamente tu historia. Lo que describes refleja un proceso complejo, pero también muy importante de sanación y autodescubrimiento. Vamos a desglosar algunos puntos clave y opciones terapéuticas que podrían ser útiles para ti.

1. Terapias recomendadas para sanar las heridas de la infancia:
Terapia de Reprocesamiento y Desensibilización por Movimiento Ocular (EMDR): Esta terapia es particularmente útil para tratar traumas. Permite trabajar en las emociones atrapadas en recuerdos traumáticos, y te ayuda a integrar esas experiencias en tu presente de una manera más saludable. Es posible que te ayude a conectar de manera más directa con tu niño interior y sanar esas heridas emocionales.

Terapia del Niño Interior: A través de este enfoque, puedes aprender a reconectar con la parte de ti misma que fue herida de niña. Se trata de validar esas emociones que no se pudieron procesar en su momento y de proveerle a esa parte de ti lo que le faltó en su infancia: consuelo, seguridad y comprensión. A veces, se utilizan ejercicios creativos como el diálogo con tu niño interior o visualizaciones.

Terapia Centrada en las Emociones (EFT): Esta terapia se enfoca en cómo las emociones afectan nuestro comportamiento y nuestras relaciones. Puede ser especialmente útil para trabajar la regulación emocional, aprendiendo a identificar y procesar esas emociones que, como mencionas, tiendes a esconder o reprimir.

2. Regulación emocional:
Mencionas que la regulación emocional sigue siendo un desafío, incluso cuando trabajas en ello con otras terapias. Esto es completamente válido, y puede ser un proceso gradual. Aquí te doy algunos enfoques adicionales para mejorar tu regulación emocional:

Terapia Dialéctico-Conductual (DBT): Aunque puede sonar parecida a la terapia cognitivo-conductual, la DBT tiene un enfoque especial en la regulación emocional, el manejo de las crisis y la aceptación de uno mismo. Es muy eficaz para personas que experimentan emociones intensas y pueden ayudar a mejorar tu capacidad de manejar los momentos de sobrecarga emocional.

Técnicas de autorregulación: Además del mindfulness, podrías explorar otras técnicas como la respiración diafragmática, la técnica de anclaje sensorial o la visualización. Aunque mencionas que el mindfulness te desregula, explorar otras formas de “auto-calmarte” puede ser clave, ya que cada persona reacciona de manera diferente a estos métodos.

3. Medicación:
La medicación no es la solución única, pero en casos donde el trauma infantil ha afectado la estabilidad emocional de forma significativa, puede ser útil en algunos contextos. Antidepresivos o ansiolíticos pueden ayudar a manejar la ansiedad y las emociones abrumadoras mientras trabajas en la parte terapéutica. Sin embargo, es importante discutir este tema con un psiquiatra que pueda evaluarte de manera individualizada.

4. Validación y autocompasión:
El proceso de aprender a validar tus emociones es fundamental. A veces, puede ser difícil comprender que, aunque los demás no lo vean, tus emociones son totalmente válidas y dignas de ser experimentadas. Trabajar en la autocompasión y en la aceptación de tu historia también es una parte crucial del camino hacia la curación.

Resumen:
Para sanar las heridas de tu niña interior, te recomendaría considerar EMDR, Terapia del Niño Interior y DBT. También puede ser útil evaluar con un psiquiatra la opción de medicación si sientes que tus síntomas son demasiado abrumadores. La clave está en avanzar paso a paso, reconociendo que no se trata de "curar" de manera instantánea, sino de aprender a integrar esas emociones de forma saludable.

Espero que encuentres el camino que mejor resuene contigo, y que puedas seguir avanzando hacia la sanación de tu niña interior. Si necesitas más detalles sobre alguna de las terapias o enfoques mencionados, estaré encantada de explicarte más.

Buenas. En primer lugar agradecerte tu pregunta ya que con ella pienso que das visibilidad a un tema que no siempre es fácil de expresar. Por lo que cuentas, has dado muchos pasos en cuanto a la gestión emocional ya que no parece que hayas podido recibir un aprendizaje temprano. Te felicito por esos avances.
En cuanto a tu consulta, comentarte que sí existen otras terapias específicas para tratar experiencias de trauma, concretamente la terapia EMDR aborda esas heridas emocionales desde el origen. En la actualidad es una de las terapias más importantes en el ámbito de trauma. Si tienes alguna duda sobre ésto estaré encantada de tratar de resolvértela.
Aunque me faltan datos como para darte una opinión más formada, me gustaría trasladarte que la gestión emocional es algo que vamos aprendiendo, igual que has dado algunos pasos puedes seguir avanzando con un adecuado acompañamiento terapéutico, dedicación y constancia. La medicación en ocasiones es necesaria pero no en todas las situaciones, esta opción debería de valorarla un especialista en psiquiatría .
Espero servirte de ayuda.
Un saludo.

Cuando te desequilibras y pides ayuda hay dos mensajes. Uno es que te calman y otro que no puedes hacerlo por tí sola. Ahora no puedes hacer otra cosa pero tenlo en cuenta. Te propongo que anotes los grados de situaciones que te desregulan de cero a diez. Cuando vayas a llegar a diez escribe la situación que lo provoca con todo lujo de detalles. Puede ser el comienzo de tu autorregulación. Lo de la medicación no tiene por qué ser necesario, pero es una decisión personal.
Gracias a tí.

Hola. Entiendo como te sientes, el trauma infantil que no se ha tratado es muy doloroso, sobre todo por el impacto que sigue teniendo en el presente en muchas ocasiones. Es muy difícil aconsejarte adecuadamente sin saber más sobre la naturaleza de ese trauma al que aludes pero te dejo algunas pinceladas por si te ayudan. A nivel de terapia, te diría que el EMDR (Terapia de desensibilización y reprocesamiento mediante movimientos oculares) es muy eficaz en el trabajo con recuerdos traumáticos que en tu caso podrían tener que ver con la enfermedad de tu madre. En cualquier caso, es un trabajo que tendrías que hacer con un terapeuta especializado en esta técnica, como te digo suele ser eficaz y más bien breve, dependiendo del caso. El trabajo con el niño interior es también muy adecuado cuando el niño que hemos sido tiene demasiadas heridas (esto al final es sobre lo que se construye el adulto, que también estará herido si no hemos atendido a esas heridas). Hay muchas formas de trabajar con el niño interior, algunas serían usar algún tipo de arte (dibujo, collage, baile...) para expresar esos estados infantiles, escribirle una carta a tu niña interior (qué le dirías desde tu adulta, cómo le calmarías y cuidarías...), establecer un diálogo entre tu parte adulta y tu parte niña a través de la escritura de un diario o simplemente a través de un diálogo interior... En mi opinión, el mindfulness puede ser un buen complemento, te puede ayudar a estar más en contacto con tus emociones, a no taparlas y evitar así que salgan de forma explosiva (entiendo que te refieres a la ira, pero vale para cualquiera) pero si ahora ves que no es el momento o no conectas adecuadamente, te recomendaría que no lo fuerces. Respecto al enfoque cognitivo-conductual, lo veo más como un complemento para esa parte más racional, de creencias o cogniciones desadaptativas pero, en general, es un enfoque que trabaja más a nivel racional y no tanto emocional, por lo que no creo que sea lo más adecuado ante lo que estás planteando. Hay un libro muy interesante para personas que han tenido a su madre ausente, se llama "La madre emocionalmente ausente" de Jasmin Lee Cori. Espero que algo de todo esto te pueda ayudar o inspirar. Mucho ánimo. Un abrazo.

Hola, buenos días. Siento mucho leer las dificultades que expones, y que sientas que estés fundamentalmente rota. Esa narrativa es importante que pudieras reestructurarla, y ahí lo que te podría ayudar mejor es la reestructuración cognitiva. Por otro lado, si el mindfulness te desregula es importante entender por qué. Parece importante, por lo que comentas, que sería importante realizar un trabajo de regulación emocional, a través de psicoeducación y adquisición de herramientas de regulación emocional adecuadas para tí. Si existe historial de trauma, una intervención terapéutica con evidencia científica es EMDR. Todo esto que te comento lo hago en base a lo que expones, pero para poder ver bien la orientación terapéutica a seguir, lo fundamental es que puedas encontrar un buen profesional sanitario y homologado, y que, en base a unas sesiones de evaluación, te pueda proponer un plan terapéutico adecuado para tí. Estoy a tu disposición si necesitas que te explique con más detalle. Te mando un abrazo grande.

Hola, gracias por compartir tu experiencia, que refleja mucha valentía y autoconocimiento. Lo que describes sobre la dificultad para conectar con tus emociones y el impacto del apego temprano es muy común en personas con historias de trauma infantil. La terapia cognitivo-conductual es útil para desafiar pensamientos dañinos, pero para trabajar la regulación emocional y sanar la “niña interior”, otras terapias pueden complementar mejor tu proceso, como la terapia basada en la mentalización, la terapia dialéctico-conductual (TDC) o la terapia centrada en el trauma (como EMDR). Estas modalidades trabajan no solo el pensamiento sino también la gestión emocional y la reparación de vínculos internos. Sobre la medicación, puede ser útil si la desregulación emocional es intensa y constante, pero eso debe evaluarlo un psiquiatra en conjunto con tu terapeuta. Es fundamental que te acompañes de profesionales que entiendan el trauma complejo y te apoyen de forma integral. No estás rota, estás en un proceso de recuperación que requiere tiempo, paciencia y cuidado.

Gracias por compartir tu historia con tanta profundidad y sensibilidad. Lo que describes —una infancia marcada por la ausencia emocional, una dificultad para identificar tus propias emociones, y una sensación de desregulación interna— es el reflejo de una herida profunda que no se ve, pero que se siente cada día. Y lo más importante: **sí puede sanar**.

Tu terapeuta tiene razón al decir que tu crecimiento emocional se vio interrumpido. Cuando en la infancia no hay un adulto que nos ayude a nombrar, sostener y validar lo que sentimos, la mente aprende a esconder, a congelar, a sobrevivir. Pero esa parte infantil no desaparece: se queda esperando ser vista, escuchada, cuidada. Y eso es lo que hoy llamamos “niña interior”.

### ¿Qué tipo de terapia puede ayudarte mejor?

**1. Terapia basada en el trauma (como EMDR o sensorimotor)**
Estas terapias trabajan directamente con las memorias emocionales que quedaron atrapadas en el cuerpo y en el sistema nervioso. No requieren que pienses o analices en momentos de crisis, sino que te ayudan a reprocesar el trauma desde un lugar más profundo y seguro.

**2. Terapia de apego o terapia centrada en la compasión**
Te permite reconstruir el vínculo contigo misma, aprender a autorregularte y a darte el cuidado que no recibiste. No se enfoca en “corregir” conductas, sino en sanar la relación emocional que tienes contigo.

**3. Terapia de partes (como IFS – Internal Family Systems)**
Trabaja con las distintas voces internas que conviven en ti: la niña herida, la adulta que quiere avanzar, el crítico interno, etc. Es muy útil para integrar lo que hoy parece fragmentado.

**4. Terapia integrativa o psicodinámica profunda**
Ideal si ya has hecho trabajo cognitivo y necesitas ir más allá. Explora las raíces del dolor, los patrones inconscientes y te ayuda a resignificar tu historia sin quedarte atrapada en ella.

### ¿Y la medicación?

No es obligatorio, pero **puede ser útil en algunos casos**, especialmente si la desregulación emocional te impide dormir, trabajar o sostener tus vínculos. Hay tratamientos que no te “anulan” ni te desconectan, sino que te dan un poco de estabilidad para poder trabajar en terapia con más claridad. Esto siempre debe evaluarlo un psiquiatra, y tú tienes todo el derecho de expresar tus miedos y preferencias al respecto.

Lo que estás viviendo no es debilidad. Es el eco de una infancia que no tuvo espacio para sentirse segura. Pero hoy, tú estás creando ese espacio. Estás buscando ayuda, estás nombrando lo que duele, estás abriendo la puerta a tu sanación.

Si te parece bien te ofrezco una consulta psicológica online gratuita y hablamos con más detenimiento de lo que te ocurre.

Gracias por compartir tu historia con tanta honestidad. Lo que describes refleja cómo la falta de contención emocional en la infancia puede dejar huellas profundas y afectar la manera en que regulas tus emociones hoy. Es completamente comprensible que te cueste identificar tus emociones y que en momentos de crisis necesites que alguien te sostenga; eso no te hace débil ni “como una niña”, sino humana, y habla de heridas que merecen atención y cuidado.
En estos casos, suelen ser útiles terapias centradas en la regulación emocional y el trabajo con la “niña interior”, como la Terapia de Esquemas, la Terapia Centrada en la Emoción o enfoques de Psicoterapia Integrativa que combinan trabajo cognitivo y emocional. La Terapia Cognitivo-Conductual te ayuda a manejar pensamientos dañinos, pero a veces se necesita un enfoque más enfocado en conectar con las emociones y aprender a regularlas.
El mindfulness puede ser muy útil a largo plazo, pero en momentos de desregulación intensa puede desbordarte; en esos casos se suele combinar con estrategias de grounding o de autorregulación más concretas antes de practicar meditación formal.
Respecto a la medicación, solo un profesional médico puede evaluarla, pero en algunos casos puede ser útil como apoyo para manejar ansiedad, desregulación emocional o síntomas asociados, siempre combinada con terapia.
Si quieres, puedo acompañarte a trabajar estas heridas, aprender a identificar y regular tus emociones, y encontrar estrategias prácticas que funcionen para ti, respetando tu ritmo y tus necesidades. No tienes que atravesarlo sola, y es posible reconstruir seguridad y confianza en ti misma.