Ester Redolosi

¿Qué es la terapia de pareja? La terapia de pareja es un proceso terapéutico diseñado para ayudar a las parejas a mejorar su comunicación, resolver conflictos y fortalecer su relación. El objetivo principal es crear un espacio seguro y neutral donde ambas partes puedan expresar sus pensamientos, emociones y preocupaciones. ¿Cuándo es útil la terapia de pareja? Es ideal para parejas que enfrentan situaciones como: Problemas de comunicación (discusiones frecuentes o silencios prolongados). Conflictos sobre dinero, roles en la relación o decisiones importantes. Falta de intimidad o desconexión emocional. Infidelidad o pérdida de confianza. Diferencias en la crianza de los hijos. Crisis debido a cambios importantes (mudanza, pérdida de empleo, enfermedades). Dudas sobre la continuidad de la relación. Objetivos de la terapia de pareja Mejorar la comunicación: Aprender a expresar necesidades y emociones de forma asertiva. Resolver conflictos: Identificar patrones negativos y trabajar en soluciones constructivas. Reforzar la conexión emocional: Reestablecer la cercanía y el entendimiento mutuo. Fortalecer la intimidad: Trabajar en la confianza, el afecto y la vida sexual. Tomar decisiones informadas: En casos de separación, acompañar a la pareja en el proceso de transición. ¿Cómo funciona la terapia de pareja? 1. Evaluación inicial En la primera sesión, el terapeuta explora la historia de la pareja, los problemas actuales y los objetivos que desean alcanzar. Ambas partes comparten sus perspectivas, y el terapeuta establece un plan de trabajo personalizado. 2. Trabajo en sesiones Durante las sesiones, el terapeuta utiliza diversas técnicas para ayudar a la pareja a: Identificar patrones de comunicación poco saludables. Gestionar el estrés y la ira durante los conflictos. Fomentar el respeto y la empatía. Practicar ejercicios en casa para aplicar lo aprendido en la terapia. 3. Seguimiento y cierre Se evalúa el progreso y se ajustan los objetivos según sea necesario. Al finalizar, se revisan las herramientas adquiridas para que la pareja pueda mantener los cambios a largo plazo. Métodos y enfoques comunes en terapia de pareja Terapia cognitivo-conductual para parejas (TCC): Trabaja en identificar y cambiar pensamientos y comportamientos negativos. Terapia de enfoque emocional (EFT): Ayuda a mejorar la conexión emocional y a superar heridas pasadas. Terapia sistémica: Explora la dinámica de la pareja dentro de su contexto familiar y social. Terapia de Gottman: Basada en investigaciones científicas, enseña a las parejas a construir una relación más sólida y resiliente.

El proceso de duelo es una experiencia emocional compleja que requiere paciencia, comprensión y apoyo. Aquí tienes algunas recomendaciones para acompañar a alguien (o a ti mismo) en este camino: 1. Validar emociones Permitir que la persona exprese su tristeza, enojo, miedo o confusión sin juzgarla ni intentar apresurar su recuperación. Cada emoción es válida y forma parte del proceso. 2. Ofrecer escucha activa Estar presente y escuchar con atención, sin interrumpir ni ofrecer soluciones inmediatas. A veces, lo que más ayuda es simplemente ser un testigo compasivo. 3. Respetar el tiempo del duelo El duelo no tiene una duración específica. Evita frases como “deberías estar mejor ya”. En lugar de eso, muestra empatía y paciencia. 4. Fomentar el autocuidado Ayuda a la persona a cuidar de su salud física y emocional. Actividades como comer bien, descansar y hacer ejercicio suave pueden ser fundamentales. 5. Proporcionar apoyo tangible Ofrece ayuda concreta, como acompañar a citas importantes, encargarte de tareas domésticas o simplemente estar disponible. 6. Facilitar redes de apoyo Anima a la persona a conectar con amigos, familiares o grupos de apoyo, donde pueda compartir su experiencia con quienes entienden lo que está pasando. 7. Reconocer hitos y fechas Durante aniversarios, cumpleaños u otras fechas significativas, ofrece tu apoyo, ya que suelen ser momentos emocionalmente intensos. 8. Buscar ayuda profesional si es necesario Si el duelo se prolonga y afecta profundamente la funcionalidad de la persona, podría ser útil recomendar la orientación de un psicólogo especializado en duelo. Frases que puedes usar: • “Estoy aquí para lo que necesites.” • “Es normal sentir lo que estás sintiendo.” • “Tómate el tiempo que necesites.” • “¿Cómo puedo ayudarte hoy?” El acompañamiento amoroso y respetuoso puede marcar una gran diferencia en el proceso de duelo.

La consulta de psicología sanitaria está dirigida a la evaluación, diagnóstico, intervención y seguimiento de problemas emocionales, conductuales o psicológicos relacionados con la salud. Se enmarca dentro del ámbito sanitario y busca promover el bienestar integral del paciente. Áreas de intervención en psicología sanitaria 1. Trastornos emocionales • Ansiedad, estrés, ataques de pánico. • Depresión y distimia. • Duelo complicado o procesos de pérdida. 2. Problemas relacionales • Conflictos de pareja, familiares o laborales. • Habilidades sociales y comunicación. 3. Trastornos del comportamiento • Conductas compulsivas, adicciones o problemas de autocontrol. • Trastornos de la alimentación (anorexia, bulimia, atracones). 4. Manejo del dolor y enfermedades crónicas • Apoyo psicológico para pacientes con enfermedades como cáncer, fibromialgia, diabetes, etc. • Técnicas de afrontamiento para mejorar la calidad de vida. 5. Mejoramiento del bienestar psicológico • Desarrollo de autoestima. • Gestión emocional. • Crecimiento personal. 6. Intervención en crisis • Apoyo en situaciones traumáticas o inesperadas. • Estrategias para recuperar la estabilidad emocional. ¿Qué esperar en una consulta? 1. Primera sesión • Entrevista inicial para explorar el motivo de consulta y objetivos. • Evaluación psicológica mediante preguntas y, en ocasiones, cuestionarios específicos. 2. Elaboración del plan terapéutico • Diseño de un plan personalizado para abordar los problemas identificados. • Elección de técnicas y enfoques terapéuticos basados en la evidencia (por ejemplo, terapia cognitivo-conductual, EMDR, terapia sistémica, etc.). 3. Sesiones de intervención • Trabajo en la modificación de pensamientos, emociones y conductas desadaptativas. • Desarrollo de herramientas prácticas para mejorar el día a día. 4. Seguimiento y alta • Evaluación de los avances y refuerzo de las estrategias aprendidas para prevenir recaídas. Beneficios de acudir a una consulta de psicología sanitaria • Mejora del bienestar emocional y calidad de vida. • Reducción del malestar psicológico. • Resolución de problemas de manera efectiva. • Aprendizaje de habilidades para gestionar emociones y situaciones complejas. Si consideras que necesitas ayuda profesional, buscar un psicólogo sanitario con experiencia y empatía puede ser el primer paso hacia una vida más equilibrada y satisfactoria.

¿Cuándo se necesita una evaluación cognitiva? Se recomienda cuando hay indicios de: Dificultades escolares (bajo rendimiento, problemas de aprendizaje). Trastornos específicos como TDAH, dislexia o altas capacidades. Retrasos en el desarrollo cognitivo. Problemas de memoria, atención o concentración. Fases de la Evaluación Cognitiva 1. Entrevista inicial con los padres Recopilación de información sobre el desarrollo del niño (embarazo, nacimiento, hitos del desarrollo). Análisis del entorno escolar y familiar. Identificación de los motivos de la consulta. 2. Aplicación de pruebas estandarizadas Se utilizan test específicos para evaluar diferentes áreas cognitivas. Algunos de los más comunes son: WISC-V (Wechsler Intelligence Scale for Children) Evalúa el coeficiente intelectual (CI) y habilidades cognitivas en niños de 6 a 16 años. Áreas evaluadas: Comprensión verbal Razonamiento perceptivo Memoria de trabajo Velocidad de procesamiento WPPSI-IV (Wechsler Preschool and Primary Scale of Intelligence) Adaptado para niños más pequeños, de 2 años y medio a 7 años. Raven's Progressive Matrices Mide la capacidad de razonamiento abstracto y la inteligencia no verbal. Test de Bender Evalúa habilidades visomotoras, fundamentales en el desarrollo cognitivo y el aprendizaje escolar. 3. Observación del comportamiento durante las pruebas El psicólogo presta atención a cómo el niño responde a las tareas, su nivel de motivación, capacidad de concentración y manejo de la frustración. 4. Análisis y elaboración del informe El informe incluye: Resultados detallados de las pruebas. Gráficos o tablas que muestran el desempeño en cada área evaluada. Diagnóstico (si aplica) o conclusiones. Recomendaciones específicas para el niño, padres y profesores. 5. Devolución de resultados a los padres Explicación clara y accesible de los resultados. Sugerencias prácticas para mejorar las áreas de dificultad (estrategias de aprendizaje, técnicas de memoria, etc.). Orientación sobre los próximos pasos, como terapias o intervenciones educativas. Duración y Precio de la Evaluación Cognitiva Duración total: Entrevista inicial: 60-90 minutos. Aplicación de pruebas: 2-4 horas, en una o dos sesiones según la edad y la capacidad del niño. Devolución de resultados: 60 minutos. Precio estimado en Cádiz: Evaluación completa (pruebas + informe): 250-350 €. Informe detallado para el colegio: 50-100 € adicionales. Beneficios de la evaluación cognitiva Para el niño: Identificar dificultades y crear un plan de apoyo personalizado. Para los padres: Comprender mejor las necesidades y capacidades de su hijo. Para el colegio: Adaptar estrategias pedagógicas para potenciar el aprendizaje del niño.

Intervención Psicológica para Opositores La preparación para oposiciones es un proceso que puede generar altos niveles de estrés, ansiedad, e incluso afectar la autoestima y el bienestar general. Una intervención psicológica dirigida a opositores busca proporcionar herramientas emocionales, cognitivas y conductuales para mejorar su rendimiento y bienestar durante el proceso. Objetivos de la intervención psicológica para opositores Gestionar el estrés y la ansiedad: Aprender técnicas para manejar la presión y los nervios. Mejorar la concentración y la memoria: Desarrollar habilidades para optimizar el estudio. Aumentar la motivación y la confianza: Mantener una actitud positiva y enfocada. Establecer hábitos saludables: Crear una rutina equilibrada que incluya descanso, ejercicio y tiempo de desconexión. Prevenir el agotamiento mental (burnout): Identificar signos de sobrecarga y aplicar estrategias para evitar el colapso emocional. Fases de la intervención 1. Evaluación inicial Recopilación de información sobre la rutina de estudio, las emociones predominantes, y los desafíos específicos que enfrenta el opositor. Aplicación de cuestionarios para medir niveles de estrés, ansiedad y patrones de pensamiento. 2. Desarrollo de un plan personalizado El plan se adapta a las necesidades individuales del opositor e incluye: Técnicas de relajación y manejo del estrés. Estrategias para mejorar la gestión del tiempo. Técnicas de estudio basadas en la psicología cognitiva (ej., mapas mentales, repetición espaciada). 3. Entrenamiento en habilidades específicas a. Técnicas de manejo del estrés y ansiedad: Respiración diafragmática. Relajación muscular progresiva. Mindfulness. b. Gestión del tiempo y planificación: Uso de agendas o herramientas digitales para organizar el estudio. Establecimiento de objetivos a corto, medio y largo plazo. Alternancia entre bloques de estudio y descansos (técnica Pomodoro). c. Mejora de la concentración y la memoria: Ejercicios para entrenar la atención sostenida. Técnicas mnemotécnicas para facilitar la memorización. Optimización del entorno de estudio. d. Trabajo en la autoestima y motivación: Identificación y reestructuración de pensamientos negativos ("no soy capaz"). Refuerzo positivo y visualización del éxito. Estrategias para mantener la motivación a largo plazo. 4. Seguimiento y ajustes Sesiones periódicas para evaluar el progreso y ajustar las estrategias. Resolución de problemas específicos que puedan surgir durante el proceso de estudio o exámenes. Duración de la intervención Sesiones iniciales: Semanales (1 hora). Sesiones de seguimiento: Quincenales o mensuales, según el avance. Duración total: 8-12 sesiones, dependiendo de las necesidades del opositor. Beneficios de la intervención psicológica para opositores Reducción del estrés y la ansiedad, mejorando el bienestar general. Mayor productividad y eficiencia en el estudio. Refuerzo de la confianza y la seguridad en uno mismo. Prevención de bloqueos durante los exámenes. Mayor capacidad para equilibrar la vida personal y la preparación.